Capítulo XI
Corina recordaba a su madre perfectamente, aunque solo tenía seis años cuando ésta falleció tras una cruel enfermedad.
Recuerda cuanto la echó de menos, cuán abandonada se sintió el día que junto a su padre la enterraron en el cementerio del pueblo.
No regresó jamás a él.
Inmediatamente su padre la internó en el colegio de monjas Nuestra Señora del Socorro y la olvidó hasta su graduación, haciendo acto de presencia desde lejos aquel día. (Tal vez creyó que era su obligación moral o algo así).
Luego de graduarse en el nivel medio, volvió a convivir con su padre, aunque éste se había convertido en un extraño que apenas le dirigía la palabra.
Al mes siguiente tristemente Corina tuvo que enterrarlo también en el mismo cementerio donde se hallaban los restos de su madre, tr
