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1273 Words
El tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos, terminaron las vacaciones y como es obvio, hoy es mi primer día de clase. Bueno, mi primer día en mi último semestre. Mis tíos y mi primo se están quedando en mi casa, mientras encuentran una casa en donde vivir, y sinceramente, me hubiese parecido una espectacular idea que se quedaran a vivir con nosotros, sino fuera por el cretino de Dereck. ¿Quieren saber el por qué? Me ha hecho la vida de cuadritos, se levanta temprano en la mañana a colocar música a todo volumen, mientras hace ejercicios en el gym de la casa, cabe mencionar, que ya que estábamos de vacaciones me levantaba de mal humor por no dejarme dormir hasta tarde, iba con el peor humor a reclamarle pero mi tío y mi padre estaban con él, su sonrisa burlona me hacía saber que lo hacía para fastidiarme ya que a mi padre no le gusta Eminen. Y ni se diga en las madrugadas, jugaba con su play station y de igual manera lo colocaba a todo volumen. ¿Por qué diablos le tuvieron que asignar su habitación al lado de la mía? Incluso, cuando Logan venía a visitarme, él se mantenía cerca de nosotros intimidandonos, por eso siempre íbamos a mi habitación, pero al parecer él me odia, ya que a los segundos se escuchaba por toda la casa a Eminen. Odio esa música y odio a mi primo. Y ahora, pueden imaginarse como estoy. Ojeras que llegan hasta mis mejillas, mis ojos casi se cierran solos y por si fuera poco, no logré peinarne, así que até mi cabello en una cola alta. -Por Dios, alguien no pudo dormir anoche. -fué lo primero que dijo Kiara al verme. -O no la dejaron dormir. -esta vez habló Ambar subiendo y bajando sus cejas en modo pervertido haciendo que Kiara se uniera. -Si, hola yo también las extrañé. -rodé los ojos. -Y no, no me dejaron dormir. -Lo sabía, ya dejaste que Logan te quitara "lo más preciado que tienes" -dijo Ambar haciendo comillas en la frase que hace meses yo había dicho. -No, aún conservo mi inocencia. -murmuré para que solo ellas escucharán. -Mi primo, él no me dejó dormir. -Cielos, eso es incesto. -dijo Kiara soltando una pequeña risa. -Espera, ¿Qué primo? -Ya lo conocerás ya que estudiará aquí. -Espero que me lo presentes. -dijo Ambar, logrando que algo dentro de mi se encendiera. -Si, como digas. -rodee los ojos y entre a la Universidad en busca de mi casillero, al encontrarlo lo abrí y al instante una hoja de papel azul cayó al suelo. La tomé y la abrí curiosamente, para leerla. Espero que tengas un excelente inicio de clases, ya falta poco para que seas una gran periodista, también falta poco para que seas mi mujer, te voy a echar mucho de menos, espero verte pronto, te amo. Logan. Sonreí inconscientemente al terminar de leer la nota, más aún al leer de nuevo la parte que decía que seré su mujer, suena tan genial. -¡Sam! -el grito de Kiara me sacó de mi ensimismamiento, giré en dirección de donde provenía su voz y la ví corriendo como alma que lleva el diablo junto con Ambar, jamás las había visto corriendo tan rápido. -¿Qué pasa? ¿Por qué tan alborotadas? -llegaron a mi lado y de la forma más dramática que pudieron se tomaron del pecho mientras respiraban con dificultad. Sin duda alguna, se ganaron un premio Oscar. -Lle-gó u-un. -Joder, respiren primero. Que dramáticas. -dije metiendo mis cosas al casillero, incluyendo la nota. -¿Me dijiste dramática? -y como por arte de magia dejaron de estar jadeantes, deberían ser actrices. -bien, lo que pasa es que llegó un chico nuevo, que está guapísimo, y queremos que lo veas. -por si no se dieron cuenta, Ambar es la más loca y alborotada de las tres. -Pobre chico, no sabe lo que le espera, y no, gracias, hablan de él como si fuera un vestido de lujo. -Pues no hace falta ir hasta él, ahí viene. -me giré a donde ellas miraban, y casi me da un paro cardíaco cuando lo veo. Su cabello desalineado, franela blanca con cuello en forma de v y encima una chaqueta negra de cuero y jeans n***o que dejaba mucho a la imaginación, sin mencionar que su barba que tenía de días, la había eliminado, haciéndolo ver más joven de lo que es. Está de más decir que todas las chicas de la Universidad -y cuando digo todas habló hasta de las nerd- tenían los ojos puestos en él, cosa que me abrumó un poco. -Si me dices que no es apuesto y atractivo te ahorco, Sam. -dijo Kiara sin apartar la vista de Dereck. -Lo diría pero... -Dios, viene hacía acá, me está mirando a mi. -Ambar interrumpió lo que iba a decir, y efectivamente se dirigía hacia nosotras. -No es cierto me mira a mi. -Kiara intervino. Él terminó de dar los últimos pasos que le faltaban para llegar a nosotras, me guiñó antes de acortar el espacio entre nosotros y darme un abrazo, como si nos lleváramos bien, cosa que no es así por él ser tan idiota, pero lo que no voy a negar es que me sentí cómoda entre sus brazos y más aún al oler su habitual perfume que ya era mi favorito. -Hola primita. -se separó de mi pero no del todo ya que dejó uno de sus brazos rodeando mi hombro. -¿Dijo primita? -murmuró Kiara hacia Ambar. -Un momento, ¿Cuándo nos pensabas decir que tenías un primo endemoniadamente sexy? -Y aquí vamos con Ambar, sin pelos en la lengua. -Les hablé de él, ¿o lo olvidaron? -Oh, mi querida prima habla de mi con sus amigas. -la voz ronca de Dereck me hizo estremecer levemente. -Sí, les decía lo obstinante que eres y que te odio. -golpee su brazo para que dejara de rodear mi cuello pero este ni se inmutó. -Qué graciosa eres prima, ¿Por qué no me presentas a estas linduras? -rodee los ojos irritada e intenté quitar su brazo de nuevo y esta vez lo logré. -No hace falta que ella nos presente. Un placer soy Ambar Collins. -estiró su mano y este la estrechó sin pensarlo dos veces para luego dejar un beso en sus nudillos. Ya irritada por la situación, cerré mi casillero con un poco de fuerza, pero ellos ni cuenta se dieron, y como ya no toco ningún p**o aquí, decido irme a buscar mi horario. ¿Qué rayos le ven a ese animal? Pff, ni que fuera tan atractivo. LO ODIO. -Señorita Samantha, tenía tiempo sin pisar estos lugares. -la secretaria del director me recibió muy amablemente. -Hola Señora Petterson, sí, es que bueno, no es como si quisiera pisar este lugar en vacaciones. -sonreí amable y ellos soltó una carcajada. -Ay, pero que graciosa señorita, tiene razón, que pregunta tan tonta la mía. -Pues...-ladee mi cabeza, no quería ser grosera así que cambié la conversación.-Si no le importa, vine por el horario. -Oh, si cariño, acá lo tienes el tuyo y el de tu primo, por ordenes de tu padre tendrán todas las clases juntas. Esto tiene que ser una broma, una desagradable broma. -¿Está hablando en serio? -pregunté incrédula. -No tendría porque bromear, señorita Evans. -suspiré frustrada. No es posible que mi primer día de clase, esta yendo asqueroso cuando debería ser todo lo contrario, todo gracias él. Gracias primo eres el mejor ser que existe en el mundo. 
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