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1953 Words
La tarde de clase fue todo lo contrario a como pensé que sería. Dereck se sentó lejos de mi junto con las plásticas del salón que conoció en el camino, aunque conociéndolas, seguramente ellas se les pegaron como chicle, agh. Ahora por qué me preocupo, que haga lo que quiera y si está lejos de mi mucho mejor. -Y eso es todo por hoy, ya les deje sus deberes que me deben traer el miércoles, pueden retirarse- Esperen ¿que? ¿en qué momento dejo tareas? tengo toda mis cosas fuera de mi mochila, ¿ahora a quién le pregunto sobre la tarea?  ¿Por qué justamente mis amigas me abandonan en esta asignatura?  -¿Problemas en el paraíso, primita?- la voz de mi primo me tomo desprevenida haciéndome dar un pequeño salto del susto y para completar tirando uno de mis libros de Divulgación de la Información Científica y Tecnológica. -Lo siento, por espantarte. -se agachó y recogió mi libro, me lo extendió, lo iba a agarrar pero lo apartó. -¿Los ratones te comieron la lengua? -Dereck, dame mi libro. -murmuré, mientras metía las demás cosas en mi mochila, al terminar la cerré y la colgué en uno de mis hombros. -Si lo alcanzas es tuyo. -lo observé incrédula y rodee lo ojos al ver que eleva mi libro mas alto que su cabeza. -Déjate de estupideces y dame mi libro Dereck, no te da pena comportarte como un niño. -Yo no veo a nadie por aquí. -miré a nuestro alrededor y el tenia razón en el salón estábamos solo él y yo, sonrió burlonamente y no sabia si golpearlo a él por hacer tal acto infantil o a mi misma por gustarme su estúpida sonrisa. -Devuélveme el libro te comportas como un niño.- él siguió con su brazo arriba, así que no me quedó de otra que colocarme de puntitas y tratar de alcanzar el libro, aunque obviamente no lo alcancé porque él es mucho más alto que yo, no me había dado cuenta de la cercanía que teníamos hasta que escuché como tragaba en seco. -¿Sabes que? quedatelo tu lo necesitas mas que yo. -lo fulminé con la mirada y caminé hacia la puerta. -Contigo no se puede jugar. Toma tu libro. - lo tomé antes de que se arrepintiera y ahora con mi sonrisa burlona le dije. -Que fácil te rindes, primito. -y sin esperar alguna respuesta de su parte salí del salón para ir directo a mi casillero donde ya e encontraban mis amigas. -Vaya, vaya, miren que apareció por fin. -dijo Amber mascando chicle. -se te olvidó el camino a tu casillero o te quedaste haciendo la tarea en el salón. -Qué graciosa, ya estoy aquí o no me ves. -Wow, que agresiva. Es el primer día de clases, deberías estar emocionada, siempre lo estas. -dijo Kiara. -Este primer día de clase ya terminó, y eso me emociona más que nada, aunque no lo creas. Metí mis libros al casillero y lo cerré sin medir la fuerza, al diablo no me importa. Me despedí de mis amigas y caminé hacia mi auto, al fin, iré a mi casa me tomó una refrescante ducha luego voy al trabajo de mis padres a pasar el día y no sabré en todo el día de mi primo. Y Boom, mis planes se arruinan al verlo parado a un lado de mi vehículo. ¿Es que acaso no podré estar un día alejada de este ser? Apresuro mi paso para irme de una vez por todas y no verlo por una largas horas. -¿Puedes moverte de un lado de mi auto? -pregunto quitando el seguro del vehículo. -Lo haría, pero no tengo como regresar a casa, y este bombón no pisara un transporte público, ¿ok? -sin pedir permiso abrió la puerta de copiloto de MI auto y entro de lo más normal. -¿Sabes? estoy comenzando a odiarte Derego. -encendí el motor de mi vehículo. -A ver, primero, yo te odio desde que llegué, haces mi vida imposible y segundo en serio no se te ocurrió otro apodo que Derego. -Ese apodo está bien por tu asqueroso ego, y no hago tu vida imposible, tu haces la mia imposible, no te despegas de mi ni un miserable segundo ¿también me acompañaras al baño? -sin darme cuenta ya estaba alzando la voz, este hombre me estaba desesperando. -Pues no sería una mala idea. -subió y bajo sus ceja repetidas veces, lo que me hizo explotar de la rabia. Así que comencé a pegarle en su brazo, aunque al parecer no le dolía, creo que ni sentía mis manos, deje de darle golpes y comencé a conducir no sin antes darle un ultimo golpecito. -Si estarás en mi vehículo te agradeceré que hagas silencio, ya que tu voz es tan asquerosa que terminaremos teniendo un accidente. -Tranquila, con este paso tendremos un accidente, pero con la silla de ruedas de una anciana. -su carcajada inundó el vehículo haciéndome bufar sonoramente. -Dije que silencio y no te burles de mi en mi auto, yo manejo como quiero. Idiota. -paré el vehículo en el semáforo rojo y mientras esperaba encendí la radio dejando una canción de Ed Sheeran. -¿Qué clase de porquería escuchas? -dijo cambiando la estación de radio y colocando rap. -¿Porquería? tu eres la porquería y no uses mi radio. -la volví a cambiar. -Si la cambia de nuevo te bajo de mi vehículo. -Bien, ya tu ganas, y acelera que ya esta el semáforo verde. -lo fulminé con la mirada y seguí conduciendo escuchando la hermosa voz de Ed Sheeran, ¿Quién no ama a Ed? Oh cierto, Dereck. -¿Sabes? creo que deberíamos hacer las pases. -dice justo cuando estaciono el vehículo en mi puesto de estacionamiento. -¿Estas hablando en serio? ¿Acaso el diablo está dormido a esta hora? - pregunté incrédula. -Pero que ingenua eres primita, por supuesto que no. Bajo del auto y camino hacia el ascensor que nos llevaría a casa. -¿Que te hace pensar que te creí? Imbécil. -tomé mi mochila y bajé del vehículo, le coloco el seguro y camino hasta el ascensor. -¿Cómo se supone que se cierra esto? -Pregunta Dereck presionando todos los botones. -Sin duda eres un cabeza hueca, primero debes tener esta llave para activar los botones luego colocas la contraseña. -coloqué la combinación de números y de inmediato el ascensor se cerró y comenzó a moverse. -Es mucha tecnología para mi. -rodee los ojos y esperé a que el ascensor llegara a la sala de estar de mi casa. -Por cierto, ¿copiaste la tarea de Divulgación de la Información Científica y Tecnológica? -pregunté saliendo del ascensor. -Oh vaya, tenemos una mala conducta que no copia los deberes, en esta familia. -se burló, pero en qué estaba pensando al pedirle la tarea a él. -Sabes que, olvidalo. -di tres pasos para ir a mi habitación pero el timbre de la casa me interrumpió. Caminé hasta la puerta y al abrirla mi sonrisa se expande. -¡Logan! -sin pensarlo mucho me lancé a sus brazos. -Espera, ¿no deberías estar en tu Universidad? -Hola, preciosa, sí de hecho vine a despedirme ya que mi vuelo sale hoy a las 6. -Pero pasa. -cerré la puerta detrás de él y lo volví a abrazar esta vez plantándole un enorme beso en los labios. -Te voy a extrañar. -mis pies dejaron de tocar el suelo cuando Logan me elevó mientras me besaba, hasta que una falsa tos nos interrumpió. -Oh disculpen, no sabía que estabas aquí Logan, toma Sam, aquí está la tarea que mandaron hoy, y perdón por no sentarme hoy a tu lado. -sonrió engreídamente y no se porque diablos lo estaba haciendo, hasta daba miedo. -Em, ¿Gracias? Logan, vamos a mi habitación. -lo tomé de la mano y lo guié a mi habitación. -¿Qué diablos fue eso? ¿Tienes algo con tu primo? -preguntó mi prometido después de cerrar la puerta -¿Estás loco? es mi primo, ¿Cómo voy a tener algo con él? -me crucé de brazos mirándolo con mi ceño fruncido. -Tienes razón preciosa, lo siento, es que la forma en la que te mira pareciera que... nada ya olvidemos esto, lo siento. -me tomo de la cintura y me besó. -¿cómo te fue en clase, cielo? ¿recibiste mi carta? -Pero por supuesto me encanto tu carta. Y mi día no muy bien, mi primo ha estado haciéndome la vida imposible desde que llegó y no entiendo porque. -dije mirando a Logran. -es más me parece raro que no ponga su asquerosa música. -Sabes un hombre solo hace esas cosa por una cosa aunque él, siendo tu primo, pues descarto esa posibilidad. - besó mi frente. -Oye, voy a tomar una ducha para acompañarte al aeropuerto, vale? Enciende la tv si quieres. -él asintió y yo tome mis cosas para luego entrar al baño. Tome una rápida ducha, ya que no quería hacer esperar a Logan, hoy se iría y quiero pasar estas ultimas horas con él. Al terminar, Sequé todo mi cuerpo y me coloque un vestido suelto color blanco, amarré mi cabello en una cola alta y por ultimo maquille mis ojeras. -Lista, solo me coloco mis sandalias y nos vamos.-así hice y salimos de mi habitación, y tiempo después, de la casa. -¿trajiste el auto de tu mamá? -Si, ella irá a buscar las llaves en el aeropuerto. -asentí y me subí al vehículo cuando Logran le quito el seguro. ... -Te voy a extrañar, ya quiero que terminemos la Universidad para poder verte mas seguido y mejor aun para casarnos. -dije abrazandolo fuertemente. Ya faltaba poco para que llamaran a los pasajeros y yo no quería despegarme de su lado. -Cariño volveré en vacaciones de navidad para tu cumpleaños, no te pongas así, vale? -asentí y lo besé. -Pasajeros del vuelo 274 por favor ingresar por la puerta 4. -Ese es mi avión, preciosa. Nos veremos pronto, escribeme, ¿vale? -asentí y seque mi húmedo rostro con el dorso de mi mano. -Te extrañare mucho Logan. -le di un ultimo beso y me aparte para que se despidiera de su madre. -No hagas locuras jovencito, cuidate mucho. Espero que me visites pronto. -lo abrazo y besos sus mejillas. ¿Cómo es que ella puede estar tan normal y yo aquí hecha un mar de lagrimas? ¿Por qué estoy tan sensible? ¿Será que me llegará el período? Espero que sea eso. Me despedí por última vez y observé como entraba por aquella puerta. Dios, que dramática suelo ser a veces. -Querida quieres que te lleve a tu casa? -dijo la señora Rachel, me iba a negar pero luego recordé que no traje mi vehículo y ya esta anocheciendo, así que acepté que me llevara. -Muchas gracias Sra. Rachel, espero verla pronto, saludos a u esposo. - me despedí en cuanto estaciono su auto al frente de mi casa. -Desde luego, querida. Adiós, saludos a tu familia. - bajé del auto y caminé lentamente a casa. Al abrir la puerta todo parecía estar en paz, a pesa de que aun eran las 19 horas, ni siquiera los mellizos daban señales de vida. ¿Saldrían sin mi? Da igual, si no estuviera cansada y desanimada lo llamaría a todos y les reclamaría por no llevarme, pero ahora lo único que quiero es dormir. Me coloco el pijama y me acuesto en mi hermosa cama que tanto esperaba por mi. Ya estaba apunto de quedarme dormida hasta que recordé algo. ¡Mierda la tarea!
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