Winter no soltó el cubierto como imaginé que lo haría, tampoco me dijo que era una completa locura, ni que estaba perdiendo el juicio. En su lugar asintió con la cabeza y elevó las cejas en una señal que no entendía exactamente lo que era. —Quiere acompañarte a escoger un lugar. —Elevé las manos en señal de paz—. Solo si estás de acuerdo claro. Winter miró el postre entre sus manos. Caviló la posibilidad de estar a solas con mi madre durante un corto período de tiempo. Ellas no se llevaban del todo mal, pero tampoco eran las mejores amigas. Mi madre era una persona con la que era difícil lidiar, eso sin mencionar que Winter era una persona que no siempre llevaba bien con todos porque no callaba lo que pensaba, o no la mayor parte del tiempo. No era lo mismo estar conmigo que con una per