Capítulo 22

1901 Words
Inuyasha mantiene su rostro de idiota, es como si tuviese un palo metido por el ... Mija, cálmate un poquito ¿si? Ruedo mis ojos, por Dios, esta bien que un polvo no caería mal, pero tampoco es para que se ponga así. Imbécil. —¿Seguirás con esa cara? Pensaré que tienes un maldito pene metido por el ... —¡Kagome! —Grita con los ojos abiertos mirándome horrorizado y quitando su vista por un segundo de la carretera — ¿que demonios tienes en esa cabeza? —Suelto un bufido. —Nada que te importe — comento de mala manera — ¿ahora si quitas esa cara? —Él niega con una sonrisa. —Solo una dama ejemplar como tú diría eso — miro por la ventanilla — lo que te dije en la cocina sigue en pie Kagome, así que tratemos de acabar con esto rápido — un suspiro sale de mis labios.  —Hasta tener sexo contigo es estresante — comento revisando el coche de Inuyasha, a veces parece que no puedo estar quieta. —Pero puedo relajarte muy bien — capto lo que quiere decir y río. Me distraigo cuando encuentro una caja de condones. —Preparado en todos lados ¿eh? —Él ríe. —Ya sabes, tengo una loca esposa que puede calentarme en cualquier lugar — me guiña un ojo y trago en seco. ¿Soy solo yo o algo entre ambos a cambiado? No lo sé, casi puedo decir que estamos bromeando alrededor del otro sin darnos cuenta, y eso solo lo hacíamos cuando ... Éramos mejores amigos. Inuyasha y yo teniamos toda clase de broma en ese entonces. Miro al hombre que está a mi lado. No me quiero encariñar con Inuyasha y mucho menos hacerme falsas ilusiones, me dolió mucho perderlo una vez y aunque lo disfracé con odio, lloré, me cuestioné y sufrí, no quiero que pase lo mismo dos veces. Inuyasha era la persona más importante para mi en ese entonces, todo mi mundo giraba alrededor de mi mejor amigo, la persona que conocía todo de mi, la única persona a la cual le mostraba mi vulnerabilidad, quien en secreto esperé que were my primer beso , no lo fue. Quien en secreto esperé que fue el primer chico con el cual podría intimidar, me traicionó y se fue. Inuyasha fue mi primer y único amor hasta ahora. Porque con él no necesité más que amor, que estar a su lado. Era feliz viéndolo feliz, me sentí especial cuando sus ojos parecían no me nunca. Yo era feliz a su lado. Cumplí con el cliché de enamorarme de mi mejor amigo, pero... ¿cómo no hacerlo? Inuyasha era la clase de chico que sin malicia ni segundas intenciones te hacía sentir la chica más especial del mundo, te hacía vibrar de felicidad, te hacía sentir... Te hacía soñar. Y tal vez la cuestión era que yo soñé muchas veces con él, soñé tantas cosas que al él irse se fueron al carajo. Soñé con una vida a su lado. —¿Pasa algo Kagome?—pregunta deteniendo el coche y girando para mirarme. Me doy cuenta de que llegamos a la empresa y que si, todo está lleno de periodistas, hace mucho que no somos el foco de las cámaras. —No, solo estaba pensando—comento suspirando y cerrando los ojos—no tengo ganas de lidiar con todo este drama. ¿Cuántas veces te dije que cuides bien te las locas con las que sales?—pregunto cruzándome de brazos. —Puedo entenderla Kagome, simplemente luego de años me obligaron a romper con ella, rompí su corazón—lo miro a los ojos —Ella te importa mucho ¿verdad?—él me sonríe. —Fue mi novia y amiga durante años, claro que me importa y me destroza romper su corazón—aparto la mirada y finjo una sonrisa. Pero a ti no te importó romper el mio ¿eh? Al parecer todo eso de que fui importante para él fueron solo imaginaciones mías. Trago y muerdo mis labios sin decir nada. ¿Qué me pasa? Mientras los minutos pasan más pendeja me pongo. Alejo todo sentimiento y recuerdos del pasado. Eso se supone que ya superé y enterré. —Vamos, ahora debemos hacer esto—él toma mi mano y me hace girar hasta quedar frente a él. —Kagome yo... Sus palabras se detienen y parece que lucha contra lo que me dirá. —¿Si?—lo aliento y él me da una sonrisa triste. —Nada, solo eran locuras mías, vamos—me encojo de hombros y él sale, rodea del auto y me abre la puerta. Los flash de las cámaras me ciegan por un momento y una lluvia de preguntas caen sobre nosotros. Los de seguridad de la empresa nos abren el paso y logramos entrar tomados de la mano. Al entrar vemos a Kikyo quien parece que le quiere arrancar los ojos a Miss fotos. Ella se gira y sus ojos se abren, parece horrorizada y no comprendo a que se debe, supongo que a vernos a Inuyasha y a mi juntos. Sus ojos bajan y su cara palidece, miro hacia donde sus ojos se posan y es en nuestras manos unidas. Trato de apartarla de Inuyasha, pero él me aprieta más fuerte y me hace caminar hasta donde están todos. —Hitomi—murmura Inuyasha en un suspiro trágico que me hace rodar los ojos. Hitomi parece que el cualquier momento va a llorar y Kikyo parece que en cualquier momento le romperá la cara. ¿Qué pasó? —Inuyasha—su voz pierde fuerza y lo mira con algo que idéntifico rápidamente; amor. Bueno, fueron cuatro años estando con este bastardo, apuesto a que ella no se siente nada bien. Fue mi novia y amiga durante años, claro que me importa y me destroza romper su corazón. Alejo esos pensamientos y todavia no comprendo por qué duele tanto sus palabras. Quiero que todo este circo se acabe porque justamente ahora, no me siento con fuerzas de lidiar con este drama. Hasta ahora comprendo a la perra de Miss fotos. No voy a decir que me agrade, porque ella sabía como lanzar sus dagas que sabían calar dentro de mi, no es una dulce palomita como su angelical rostro quiere mostrar, pero, no soy tan mala persona. Ella tiene a su lado malo como todo el mundo, pero sus ojos parecen brillar cuando miran a Inuyasha. Yo alguna vez también lo miré así. —¿Qué está pasando?—suelto la mano de Inuyasha en contra de su voluntad para cruzarme de brazos. Mi postura cambia a una desafiante, no puedo mostrar debilidad ahora y menos frente a mis enemigos. Enemigo que pensabas follarte. Papá me mira y parece que no quiere hablar, me conoce y sabe que hoy no estoy de humor para eso. Todos están en silencio y me doy cuenta de que seguimos en la recepción con muchos empleados mirándonos y con una lluvia de paparazzis esperando un momento para atacaremos. —Creo que sería conveniente que la conversación que tendremos pase a un lugar más privado—Sesshomaru dice y camina hasta abrazarme. Le agradezco en silencio y caminamos sin esperar más. Cuando entro al elevandor suspiro. Hace una hora estaba dispuesta a terminar en la cama con Inuyasha, pero ahora no lo sé. ¿Por qué? Tampoco lo sé. Lo que al parecer si se, es que quiero que todo esto termine pronto. No sé si fue buena idea que Inuyasha volviera a mi vida. Antes lo tenía lejos, pero cada vez que él se acerca sin planearlo o quererlo mis ojos buscan rasgos del antiguo Inuyasha y no sé que hacer si lo encuentro. Entramos a la sala de juntas e Inuyasha me ubica a su lado, él se toma muy enserio eso de estar a mi lado en todo momento. La que no parece muy contenta con la decisión de él es Hitomi. —Bien señorita—comienza Inu No Taisho y ella le interrumpe. —¡Por Dios señor! Usted fue mi suegro por años y ahora me trata indifetente. ¿Qué mierda tienen en la cabeza? Ellos ni siquiera se gustan, ustedes los están obligando y eso hizo que Inuyasha rompiera conmigo. ¿Se han detenido un solo segundo a pesar en el daño que le hicieron a sus hijos? Inuyasha no quería casarse con—me da una mirada de asco—ella y aún así lo obligaron. Son de lo peor—se detiene mirando a nuestros padres. —No hagas como que te interesa Kagome, sabemos que haces esto por Inuyasha—dice Rin con fastidio. —Tu cállate, no es contigo esto—abro los labios y Rin se levanta furiosa. Sesshomaru que conoce bien a mi hermana la toma de la cintuta cuando parece que Rin saltará sobre la mesa a quitarle cada hebra de cabello a Hitomi. —Cálmate Rin—le murmura Sesshomaru apretando su cintura y pegándola hacia él. —Deberías aceptar que Inuyasha no te quiere y ¡listo! Dejar de j***r—miro al causante de este alboroto quien parece fastidiado. —Hitomi, cálmate y no ofendas—dice Inuyasha suspirando. —Inuyasha, se supone que debiate hablar con ella. El escándalo nos dejo muchas bajas, al parecer todos se han encariñado con la pareja de ustedes dos—sigue Inu No Taisho. —En eso quedamos Inuyasha—ahora es mi padre. —¡Basta!—grito ya cansada—ustedes dos no comprendo que pasa por su cabeza, ellos fueron pareja y ustedes lo jodieron ¿qué esperaban?—pregunto con clara molestia—¿un premio? No, y se supone que cuando planearon este alboroto debieron pensar en eso—me cruzo de brazos. —Exacto, ella sabe de lo que hablo—dice Hitomi. —Ay por favor tú no me hables que estamos conciente de que no somos la persona favorita de la otra—ella me mira desafiante. —Es triste que para poder encontrar esposo tu padre tuvo que chantajear a mi novio—abro los labios al igual que mis ojos. —La pregunta es... ¿por qué Inuyasha sigue conmigo? Hace tiempo que pudo estar contigo y no me ha dejado, no me ha sido infiel contigo ¿por qué? Deberías preguntárselo—miro a Inuyasha—¿tienes algo que decir cariño?—Inuyasha maldice bajo. —Hitomi—murmura. —Inuyasha, creo que está claro que me amas, fueron años juntos, lo soportamos todo, somos mejores amigos—chilla. —No te confies, él tiene el don de olvidar rápidamente quién fue su mejor amiga—comento mirando mis uñas. —Kagome—Inuyasha frunce el ceño mirándome. —¿Qué?—pregunto—sabes que es cierto así que quita esa cara, mejor habla con tu loca porque estoy cansada y quiero irme a casa—hablo sentándome y cruzando mis piernas, el glamour nunca se debe dejar. —¿Quieres dejar de parecer una niña berrinchuda?—pregunta y eso me hace elevar una ceja. —¿Niña berrinchuda? No sabía que por decir la verdad lo era—me levanto y quedo frente a él. Tengo que alzar la cabeza para poder mirarlo desafiante, él me mira con los labios apretados y la cara de enfado. No me importa, ya Inuyasha no me importa y es algo que debo grabarme. Que sienta lujuria por él no significa que me importe como antes. Sabes que eso es mentira —Se supone que ya debías olvidarlo, es pasado ¿no?—sonrío, fingir una sonrisa, como lo hice cuando se fue y todos preguntaban por él, como lo hice cuando todos parecían querer saber la verdad. —Se supone, pero tu también tienes muchas cosas que olvidar ¿no?—todos los presentes continúan en silencio—Inuyasha, no tengo ganas de lidiar con el drama que traes, resuelve tu todo esto, fue tu novia no la mía—miro a Hitomi quien está como maniática mirándonos—así que resuelve y toma una maldita decisión bien, si quieres estar con ella, vete con ella y dejen todo este rollo—termino de decir. Inuyasha piensa hablar, pero todos los teléfonos suenan al mismo tiempo. Tomo mi celular y suspiro, lo desbloqueo y abro mis ojos como platos. —Mierda, que caliente—dicen al  mismo Sesshomaru y Rin. —¡Maldita zorra te voy a matar!—grita Hitomi. Inuyasha y yo somos la portada y encabezado de la noticia. ¿Lo mejor? Esas fotos fueron tomadas de hoy cuando la lujuria no nos hacía pensar y ahora todos acalaman que nosotros follamos en publico. Lindo ¿no? —Bien, ustedes si que saben divertirse—es lo que dice Naraku antes que todo se vuelva un desastre.
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