JENNY Mi cabeza se levantó de golpe cuando una ramita se quebró. Abrí los ojos y no me di cuenta de que había vuelto a mi forma humana mientras dormía. Estaba de pie observándome. Acercándose sigilosamente a mí. Observando mis movimientos. Solo llevaba pantalones cortos. Sin zapatos. Sin camisa. Solo pantalones cortos. —Jenny. Miré hacia abajo y traté de volver a dormir. No quería volver a su casa. Ni siquiera quería estar en su manada de ahora en adelante. Está oscuro. Probablemente temprano en la mañana. —Déjame en paz Arcángel. No quiero estar allí... contigo o con tu manada. —Jenny... ¿Sabes... sabes que no era yo? Abro los ojos y miro hacia arriba. Está tomando asiento y apoyándose en el tronco del árbol. Tiene su mirada clavada en mí. Sus ojos color avellana brillan bajo la l