JENNY Cerré los ojos esperando que llegara el dolor, pero fue entonces cuando me acordé. Tiene que aceptarlo. ¡¡¡¡Rayos!!!! Los abro y me empujo contra la pared intentando escapar. Sus ojos brillan en azul. Ya sé que su lobo está fuera. No hay necesidad de ocultar el hecho. Trato de empujarle el pecho, intentando escapar y huir, pero me agarra la muñeca con tanta fuerza que temo que me la rompa. Siseo e intento zafarme de su estúpido agarre. —¿Qué has dicho?— Su voz es baja y no es su voz normal. Es su lobo el que habla. Mi padre siempre me dijo que no dejara que tu lobo tuviera el control total de tu cuerpo. Es una mala idea. Lo miré directamente a los ojos y me estremecí cuando gritó. —¡QUÉ COÑO HAS DICHO, JENNY! Me lamí los labios mientras él se ponía rojo y respiraba con dific