Una conversación

1041 Words
Tommy Aunque no la pueda ver me resulta muy agradable su voz, es como si me diera la paz que tanto he buscado, bueno como ya comenté, me alteró, solo espero no haber sido algo notorio, porque de ser el caso mi mamá me hubiese comentado algo, o puede ser que, si se hayan dado cuenta, pero no me quisieron decir nada, en fin, solo espero no incomodar a Yoshi, la joven (por su voz) que ahora va a estar a cargo de mi cuidado. […] Mi mamá tuvo que irse a la empresa, y pues Yoshi y yo nos quedamos en casa, conversamos muchas cosas, me contó que tenía 20 años de edad, que trabaja desde muy joven, que desea irse a otro país, ha realizado muchos diferentes trabajos, para poder subsistir, además de que le gusta mucho lo que hace. Desea irse al país donde se encuentra su mejor amiga, pero al preguntarle por su familia, su voz cambio de tono, lo sé pues al perder el sentido de la vista, otros sentidos se agudizaron, y en este caso el oído, su respuesta reflejaba mucha tristeza, pues ella me dijo que no sabía de su paradero, temía que estuvieran muertos, todo a causa de una mala persona. La conversación cambio de un momento a otro, yo le dije que no volvería a preguntar nada, para no incomodarla, pues, aunque no podía ver, podía llegar a percibir que eso le afectaba, por su parte ella me dijo que eso era algo que siempre le había intrigado, pero un día en clases se dio el trabajo de investigar acerca de las personas con capacidades especiales, o cuando se pierde algún sentido. Conocí muchas cosas que le gustan, además de alguno que otro deseo a futuro, se nota que es una chica con muchos sueños, me gustaría saber como es en persona, ella me dijo que le parecía una persona diferente a lo que decía mi expediente, pues antes de todo, o sea antes de aceptar el trabajo, ella supo de mí, pues debía saber a quién cuidaría. […] Yoshi Mi historia no es mucho o mejor dicho nada interesante, soy una joven latina como muchas otras con ganas de vivir, aunque en un tiempo y por cuestiones que ya dije, tuve ganas de no seguir adelante, a la mala aprendí que no siempre es bueno callar, que la vida tiene cosas bonitas, pero mientras llevemos cosas en nuestro interior, y no las desechamos, no podemos ver más allá. A los 15 años conocí a el que después se convertiría en mi verdugo, mis padres una pareja muy humilde, pero con muchos valores, originarios de América latina, pero con muchos años viviendo en el extranjero, se casaron y de ese matrimonio trajeron al mundo a dos hermosos hijos, Luan y Yoshi. Luan un joven muy apuesto, y yo la niña de los ojos de ellos, mi padre trabajaba en una empresa de construcción, y mi madre quien tenía estudios contables, llevaba dicha materia en una escuela del sector. En la secundaria conocí a quien sería lo peor que le hubiera pasado a alguien, un lobo disfrazado en piel de oveja, el para ese entonces tenía un poco más de 23 años creo yo, y pues endulzo a una chiquilla que recién estaba conociendo la vida, no sé como hizo para meterse a toda mi familia al bolsillo, pero la cosa fue que un día me dijo que me invitaba a un paseo, fue la ultima vez que vi a mi familia. Desde aquella vez, mi vida cambio, extrañaba horrores a mi familia, cuando le pedía verlos, lo único que recibía era golpes y abusos. Lo bueno para mí en cierto sentido, termino dos años después, aunque estaba completamente sin familia, encontré compañía en la que se convirtió en mi mejor amiga. Ahora con 20 años de edad, aun los recuerdos me visitan en los sueños, y no niego que aun temo que un ser despreciable como aquel que tuve en mi vida, vuelva a aparecer, el temor no se va fácilmente. […] Pensé que el joven que me tocaría cuidar era un ogro prácticamente era lo que decía su expediente, que el cambia de carácter con facilidad, pero para mi buena suerte tenemos algún tiempo conversando y pues no ha sido diferente a como me imagino que se comporta un hombre a su edad, me pareció chistoso que cuando nos conocimos, se sonrojo, e intento cubrir sus partes nobles, pues se veía como si se estuviera acelerando, me di cuenta no por que estuviera mirando eso, bueno más bien mire sin querer. Tommy, como es su nombre, es amable, tiene carisma, le conté que quería irme del país y por eso estaba realizando diferentes trabajos, (honrados claro está), para poder reunir el dinero y comprar el boleto, además de tener para subsistir, hasta que consiguiera algún empleo, pues tenía la seguridad de que mi amiga me ayudaría con eso. Hablamos también de los gustos, de las metas, tiene algunas metas que por el accidente no ha podido realizar, pero que considera que no quedaran en el limbo, que si las realizará, solo espera poder recobrar la movilidad, así sea que no vuelva a ver, tiene claro que su profesión no la podrá realizar nunca más, pues es arquitecto paisajista, y ciego es imposible para él, pues comento que lo que más amaba de su profesión era poder ver todo lo hermoso que se podía realizar con plantas y estructuras eco amigables. Me dio hasta una clase de su profesión, se notaba lo apasionado que habla, sin duda alguna ama lo que aprendió. Sobre como ocurrió su accidente no hablamos, pues me parece que eso no es algo de lo que le guste tratar, quizá si llegamos a tener confianza a ese grado el me dirá algo que guarda solo para él, pues su madre y el expediente dicen que fue una mala maniobra que realizo que causo la caída, pero ahora que puedo hablar con él, y de la manera que se expresa por las metas y sobre todo por la profesión que estudió, algo me dice que es una persona cuidadosa, que debió ser algo más lo que le causo eso.            
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