Mi nombre es Tommy, mi mamá suele llamarme Tom, ella dice que es un diminutivo con mucho cariño. Tengo 23 años de edad, hace seis meses atrás, tuve un accidente en un caballo, que ahora me tiene sin visión, y sin poder moverme con facilidad, aunque en muchas ocasiones, hubiera preferido la muerte, por el dolor inmenso que le causaría a mi madre, recapitulo las cosas que se me vienen a la mente y pues desisto de esas ideas nefastas.
Hace unos años, me sentí atraído de una mujer que conocí en la universidad donde estaba terminando mis estudios, pues gracias a mis buenas calificaciones y dedicación por los mismos, salí un poco antes de la carrera, fue donde conocí a Melissa, era una de mis maestras, ella me ganaba con aproximadamente 10 años, tuvimos algunos acercamientos, de verdad que creí ciegamente que yo le hacía ver a ella la vida de otra manera.
Flash Back
Un día de esos que desearía no volver a recordar en lo que me resta de vida, ella abuso de mí, pues yo siempre tuve en mi mente que el sexo era algo que se debía de dar de forma espontánea, y si era en el matrimonio mucho mejor, no sé eran cosas de las que mi mamá siempre nos hablaba, inclusive a dos de mis primos que vivían con nosotros.
Melissa me pidió que fuera a ver a su departamento, una vez que estuve allí, me dijo que debíamos pasar al siguiente nivel, no diré que ella no me gustaba, era muy guapa y de verdad me atraía, pero no al grado de llevar una relación más allá, me ofreció una bebida, según ella era un jugo, después de unos minutos no me sentía bien, ella aprovecho la situación, y me amarro a una silla me quitó la ropa y hizo conmigo lo que quizo. Cuando el efecto de la bebida pasó de mi cuerpo, desperté, tenía muchos moretones de chupetones en mi cuerpo, ella yacía completamente desnuda a mi lado, pero para mi sorpresa también había otro hombre en la cama. Me levante asustado, ella también se levantó y me dijo que lo que había pasado yo me lo busque, pues yo le pedí a ella sexo y que si decía algo contrario ella tenía un testigo de como fueron las cosas, aun confundido, empecé a buscar mi ropa para poder salir de ese lugar.
No fui a la universidad como por tres días, sentía vergüenza conmigo mismo, y rabia a la vez, de haber caído en las redes de esa mujer, y cuando al fin fui a clases, me comentaron los compañeros que la maestra Melissa se había cambiado de universidad, junto a su esposo. Fue como un balde de agua fría, pues enseguida pensé que el hombre que estaba aquella vez en la habitación era su marido, y ellos había hecho cosas conmigo. Decidí callar, no decir nada de lo ocurrido, a nadie, ni siquiera a mi madre con la que más confianza tenía, dejaría que las cosas algún día mi mente las olvidara, desde ese entonces me propuse no caer en el gusto por alguien, es más le cerré las puertas a lo que llaman amor.
Un tiempo después, fui al un rancho con unos amigos, pues era una exhibición de caballos de paso, y también de algunos en venta, uno de mis amigos me dijo que nos subiéramos para probar los caballos, yo lo seguí, todo estaba bien hasta que la vi, de la mano de un hombre totalmente diferente al que estaba aquella vez en la habitación, este parecía ser uno de los hacendados, pues su vestimenta me lo demostraba, ella también subió a uno de los caballos, y sin yo ver en que momento pasó, se acercó a mi y me dijo “el silencio debió ser tu compañero, pero decidiste abrir la boca, ahora estarás en problemas”, solo recuerdo eso, después vino la aparatosa caída, me sentía mojado en mi cabeza, y minutos después alcance a escuchar la voz de mi madre y caí en inconciencia.
Fin flash back
Mi realidad es un poco complicada, tengo una vida tranquila, pero los pensamientos en muchas ocasiones me traicionan, pienso en la caída, en lo que me dijo esa mujer, en lo que me hizo, en que desearía volver a ver, para poder hacerla pagar todas las cosas que me ha hecho sufrir, ya que gracias al accidente, estoy sin poder ver (creo que nunca lo volveré a hacer) según mi médico solo un milagro me devuelve la vista, y pues la movilidad poco a poco la voy recuperando, pero ahora siento que nada de lo que deseo se podrá cumplir. Estudie para arquitecto paisajista, y pues sin visión nada de eso es posible.
Mamá me comentó, que debe volver a la empresa, pues yo no puedo hacerme cargo de nada, y es mucho trabajo el que hay, mi hermano no puede con todo, así que me dejará al cuidado de una mujer que según me comentó hace ese tipo de labores, cuida a personas discapacitadas, pero solo será por un lapso de 3 a 6 meses máximo.
Hoy escuché que llegó, su nombre es Yoshi, se escucha como si fuera latina, y por lo que pude oír tiene buenas referencias, más que todo de familias de nuestro círculo, ya que ha servido de niñera en ocasiones de los hijos de algunos amigos de mamá.
Le estaban dando las instrucciones de todo lo referente a mí, pero no fue hasta cuando escuche su melodiosa voz que todo mi cuerpo reaccionó, sentí como si una especie de electricidad recorriera mi ser, y pues sentí que estaba a mi lado, estiré mi mano con la finalidad de saludarla, y su solo roce hizo que hasta las partes que creí nunca más despertarían, reaccionaron, era como un toque de esperanza para mi ser.
-Joven Tommy, mi nombre es Yoshi García, soy su nueva asistente encargada de su cuidado, espero nos llevemos bien, o al menos de la manera más cordial posible, estaré siempre a su lado, me puede hacer conocer si necesita algo cada vez que desee.
-Mucho gusto, señorita Yoshi, si mamá confía en usted para que me ayude, yo no tengo problema con nada, además no es mucho lo que se puede hacer sin vista y en una silla de ruedas o ¿sí? – explique
-No piense de manera negativa joven, recuerde que es un privilegio estar con vida.
Aquí es donde empieza la historia en la que aprendo a expresar y contar lo que nunca me atreví a decir en su momento.