Tommy
Noté que Yoshi estaba mal, pues lloraba como si algo le doliera, y no precisamente el cuerpo, sino más bien su corazón, entiendo si no me lo quiere decir, no tenemos la confianza absoluta para poder decirnos lo que ocultamos muy dentro de nosotros, pero la razón por la que llora de esa manera debe ser fuerte, o de lo contrario no estuviera de esa manera, al menos es lo que creo yo.
La abrace, fue lo mejor que pude hacer por ella, podía sentir a través de ese abrazo, que ella también sentía cariño por mí, y luego de eso le dije que no era bueno guardar lo que nos causaba dolor, en sí era como si también me lo estaba diciendo a mí mismo, pero la diferencia era que, desde hace unos días, cuando empecé a soñar con esa dulce voz he decidido que hablare, que diré al fin lo que nunca me había atrevido a decir, sacar todo lo malo que llevo cargando en mí.
Después de unos minutos se fue tranquilizando, su respiración estaba un tanto más calmada, y eso me daba a entender que se había quedado dormida, como nos encontrábamos en la cama de ella sentados, por inercia supe que era momento de recostarla, y efectivamente eso hice, pero lo que no espere fue que ella me abrazara con la finalidad de no querer soltarme, así que nos quedamos acurrucados los dos sobre su cama.
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A la mañana siguiente, nos despertamos, asumo que un poco avergonzada, pues no era la idea de ella dormir conmigo, pero de verdad que, si fue algo lindo, al menos yo lo sentí de esa manera, mi corazón latía lo más feliz posible. Ella me ayudo a ponerme de pie, pues no era que yo conocía del todo su habitación, y como no deseaba darme algún golpe, requerí de su ayuda. Yo tenía mucha más movilidad, al menos ya podía utilizar correctamente mis brazos, y caminar, aunque esto último lo hacía muy despacio, pues desde que quede ciego temo volverme a caer.
Había pedido a mi chofer que hoy nos llevara a un parque que está a las afueras de la ciudad, es muy bonito y muy pocas personas acuden a él, bueno según lo que me ha comentado mi madre en algunas ocasiones, y como yo amo la tranquilidad, me viene bien, sé que a Yoshi también le vendría bien un poco de tranquilidad y sobre todo paz, a todo eso que la atormenta.
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Yoshi
Hoy Tommy amaneció en mi cama, ambos estábamos abrazándonos, fue lo más hermoso que me ha podido suceder, nunca lo había experimentado, siempre pensé, o al menos era lo que el imbécil me hizo creer, que un hombre solo se acostaba a lado de una mujer para tener sexo, pero ya se que no es así al menos no con la persona correcta.
Claro que sentí un poco de vergüenza, pues efectivamente los empleados de la casa nos verían salir muy de mañana de la misma habitación, aunque de verdad no es que me importara mucho, pero si que llegara mal la información a oídos de su madre o de su hermana, y ellas vayan a pensar que abuso de su confianza, el caso era que no podía comentarles nada ahora pues ellas estaban de viaje, y solo nos encontrábamos Tommy y yo en casa.
Él a decidido que hoy iremos a un parque en las afueras de la ciudad, me ha comentado que es muy bonito pues su madre le a dado buenas referencias, y de verdad que relajación es lo que necesito, aunque el miedo de volverlos a encontrar me embarga, pero voy la con la mente positiva.
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Tommy
Según me cuenta Yoshi, el día está muy bonito, aunque yo siento un poco de calor, pero no se a ciencia cierta si es por el clima o porque ella está a mi lado, igual me encanta la sensación que hoy me embarga.
Mi chofer, siempre fue mi amigo, además de trabajar para mí, es la única persona que sabe que tuve una relación con alguien mayor, pero nada más, y fue a él que le dije que no termino en buenos términos, por lo que deseaba que me ayudara a ser muy discreto, pero requería de seguridad, pues no sabía que podría ser capaz “una mujer herida”, aunque si sabía de lo que ella fue capaz, solo que no estaba herida, al menos no como otros podrían creer, solo el orgullo.
Así que tengo vigilancia, lo que me dijo mi amigo es que son personas que están desde prácticamente las sombras, pero siempre le dan informes a él, y él me pasa el detalle a mí. Es una de las pocas personas en las que confío, después de mi familia, y ahora en Yoshi.
Hablando de ella, aunque no la pueda ver, la siento, y percibo su tranquilidad, aunque sé que no es completa, pues algo la sigue atormentando.
-Tommy, ¿alguna vez ha sentido que las palabras lo ahogan? – pregunto intrigada Yoshi.
-Para serte sincero sí, en muchas ocasiones, vivo en carne propia muchos secretos de los que deseo liberarme y no sé cómo – contesté firme
-Mi vida, ha sido un caos, las personas en las que un día confié, me hicieron daño, y una fue ahora último, justo ayer pude ver su engaño – dijo en tono nostálgico.
- ¿Deseas hablarlo? – pregunté un poco dudoso – bueno solo si crees que te sentirás mejor.
-Cuando tenía 15 años conocí a una persona, un hombre, creí estúpidamente que era el hombre de mi vida, pero tarde me vine a dar cuenta de eso…
… creí que cuando me “libere” de “ese”, había encontrado una amiga, creo que le hable en algún momento de ella, el caso es que ayer, cuando fui a comprar sus medicinas, la vi, él no estaba muerto como creí, y ella estaba de su mano, tal parece iban a la clínica que queda a un lado de la farmacia, y ella esta embarazada, como si ya estuviera a punto de dar a luz, ahora quiero entender, el porque de todo, y eso es lo que me tiene así. – habló Yoshi, con voz de lamento.
Cuando Yoshi, abrió su corazón y me contó su vida, no podía creer todo lo que escuchaba decirme, desde muy jovencita, le tocó vivir horrores. Podía sentir que mis ojos estaban húmedos de todo lo que estaba escuchando, escuchaba los sollozos de Yoshi, y mi corazón estaba arrugado, de toda la pena que sentía en ese momento.