Lo que nunca dije

Extraña visita

Narrador

Una cosa lleva a la otra y después sucede lo que menos se lo espera, el caso es que ni Eliot ni Jemmy, se imaginaron que las cosas se tornarían de esa manera para ellos, todo lo bueno que tenían por decirse se fue al caño, cuando alguien del pasado de Eliot regreso, y con ella los problemas, pues no era de las personas a las que se les daba tener la costumbre de dejar ir lo que consideraba suyo.

Génesis, es su nombre, una mujer de armas tomar, con dinero y fama, dispuesta a pasar por encima de quien sea para lograr lo que se propone, para mala suerte de Jemmy, ellas se conocieron en un evento donde Jemmy trabajo, aunque el caso es que Genesis conocía a Jemmy en foto, en algunas ocasiones mientras era socia de Eliot, pudo observar la fotografía que este tenía en su oficina, además del cuadro inmenso que existía en su casa también, algo que Jemmy no había tenido oportunidad de ver.

La mujer en mención, había venido a la ciudad por cuestiones de trabajo, pero también con un objetivo, muy bien definido, atrapar a Eliot, sabía por boca del padre de él, que su hijo estaba aún soltero, además de que su abuelo, había dicho que le dejaría una fuerte cantidad en la herencia si su nieto mayor se casaba y tenía un hijo, algo que a ella le venía de maravilla, pues deseaba más que nada seguir teniendo poder, además de que su amor desmedido por el dinero, la dejaban realizar un sinnúmero de cosas, no tan legales ni buenas, pero cuando de tener lo que deseaba se trataba, no se media en la forma en que lo hacía.

[…]

En el control médico al cual acudieron juntos, pudieron conocer que tendrían más de un bebe, algo que, aunque los dejo en shock, los alegró de gran manera, ese día Eliot, tenía planeado pedirle a Jemmy que se mudara con él, además de que fueran novios, con miras a contraer matrimonio.

Se dejaron llevar por la emoción, a tal grado que lo primero que hicieron fue entrar a un hotel cercano, y sin decir una palabra, solo dejando que sus cuerpos hablaran por sí solos, dieron rienda suelta al amor, amor que ambos sentían, pero que no expresaban de manera amplia, pero que más temprano que tarde lo harían.

Como buen caballero, Eliot, después de semejante encuentro que tuvieron, y en el cual dejaron ver todo lo que sentían, le hizo la propuesta y petición a Jemmy, ella sin más se hecho a llorar, no podía con la emoción, de saber que el gran amor de su vida le estaba diciendo tantas cosas bellas, que hasta a los bebes les causaba emoción, pues habían empezado a moverse, para después con mucho cuidado y con una previa demostración a base de besos, lo que sentían, se volvieron a fundir el uno con el otro.

Jemmy no salía del asombro, nunca imagino que después de ir a una cita médica, terminaría siendo novia de Eliot y también que vivirían juntos, hasta que ella decidiera cuando era tiempo para casarse.

[…]

Los días pasaron, hasta que por fin Génesis hizo su aparición, gracias a que un amigo de Eliot, quién había tenido algo que ver con ella, y este la conocía,  le comento cosas de las que estaba acostumbrada a hacer, y justamente se había obsesionado con Eliot. Pero como ya conocía los métodos, y formas en las que le gustaba jugar a la chica, decidió tener el mayor cuidado posible, inclusive, algo que de verdad no había contemplado antes, termino haciendo, poner cámaras en toda la oficina, sin que fueran percibidas.

Cuando Génesis llamó a la puerta, Eliot se encontraba un poco desocupado, y pudo hacer la manera para atenderla, ella por su parte lo miraba como queriendo comérselo, y fue justamente cuando ella intentó, ir a él, con la única intención de besarlo, quizá intentar llegar más allá, pero en ese preciso momento entro Jemmy, ya con 6 meses de embarazo, su semblante no era como el de una mujer celosa, pues gracias a la confianza que habían creado ellos dos, Eliot le había dicho quien era esa mujer, claro que lo hizo porque sin querer vieron su fotografía en un periódico.

Fue una situación un poco incómoda, pues la invitada sonreía triunfante, pues no había reconocido aun a la que acababa de llegar, sin duda alguna se llevaría una fuerte impresión cuando se lo revelaran.

Eliot sonrió ampliamente, y sin más fue al encuentro de Jemmy, la rodeo como pudo de su casi inexistente cintura, y le dio un beso sobre los labios, el que ella también respondió, la cara de Génesis era un poema, pues nunca se esperó que Eliot, tuviera mujer y mucho menos que esta estuviera embarazada, pues de buenas fuentes sabía que era soltero.

El orgulloso hombre, presento a su mujer, como tal, y sonreía al hacerlo, Jemmy, solo se limitó a sonreír un poco nerviosa, pues de verdad a ella esa mujer le daba temor, pues desprendía un aura de maldad, de que era una persona peligrosa. Estaba segura de que Eliot la cuidaría, pero eso no le quitaba la preocupación, algo que luego conversaría en casa con él, cuando se encuentren en relax.

Después de las presentaciones, Eliot pidió a Génesis que le comentara la razón de su visita, y esta solo mencionó, que estaba queriendo invertir en algunas cosas, y que le pareció una buena idea, preguntarle si era posible que hicieran sociedad, a lo que Eliot sin dejar ver su preocupación, dijo que eso se debía conversar, luego de que tratara el tema con sus abogados, de plano el sabía que ella era una mujer difícil, y como tal debía tener más que cuidado.

No muy conforme con la respuesta de Eliot, Génesis abandono las instalaciones de la empresa, se podía ver desde lejos, que nada de lo que había pasado en el interior de la misma, había sido de su agrado, y que aunque tuviera que hacer una que otra cosa, cumpliría su cometido, pero antes que nada, debía averiguar algo que hiciera que Jemmy se arrepintiera de meterse en su camino, pero también sabía que el hecho de que estuviera Jemmy embarazada, le complicaría en algún punto las cosas, pues se podían enterar las personas menos pensadas, y eso no le convenía, debía actuar con rapidez.