Di como finalizada la reunión y abandonaron el despacho. Me urge un trago, me urge acabar con todo esto para poder respirar tranquilidad. Suspiro agotado y subo las escaleras que llevan a mi habitación. Me quito la ropa y tomo un pantalón de chándal para desquitarme en el gimnasio toda la tensión que me agobia. Pongo música a todo volumen y comienzo con los ejercicios. Este es el único momento en el que tengo paz, encerrado entre estas paredes no hay alma que se atreva a molestarme, tienen prohibida la entrada cuando estoy dentro. Sudo, mis músculos se tensan y camino hasta la bolsa de box que cuelga del techo y me descargo potentes golpes. Los ojos de la chica de cabello largo vienen a mi mente, sacudo mi cabeza intentando despejar ese pensamiento golpeo con más fuerza el saco. No es