Los últimos días no habían sido los mejores para Zac, comenzado por el repentino ataque que tuvo a la salida de su trabajo, seguido de ser secuestrado por su propio padre, y ahora lo que había sucedido con su auto, lo cual, por supuesto que tenía todo su humor en una espiral en picada que llegaba hasta el inframundo y más allá. Y todo por culpa de la esposa de su padre, estúpida Sloane. El solo pensar que esos estúpidos cobardes decidieron atacar su automóvil al ser bastante obvio que, a diferencia de su padre y los otros tres chiflados que vivían con él, no podían meterse e intimidarle tan fácilmente, le enfurecía aún más. Ahora, gracias a esos idiotas con su vandalismo contra su inocente auto, demostraron que tanto Maximo como la sombra que le perseguía tenían razón al decir que hombr