Ojos agua marina miraban el televisor con recelo, aquella mujer que tocaba el violín majestuosamente como una profesional, sonreía para su público como si estuviese completamente orgullosa de si misma, contoneandose de un lado al otro con aquel demasiado notable embarazo, Auguste Wright miraba a su hija menor con aquella amplia sonrisa en aquella entrevista que presidió al concierto, Alice se había vuelto una pintora y violinista famosa, toda una artista como siempre soño ser, sin embargo, el viejo hombre en sus sesenta, no se sentía orgulloso como se supondría, cualquier padre lo estaría de su famosísima hija, no, Auguste estaba por demás decepcionado de Alice y de su matrimonio con un temido mafioso, lo había sabido todo de los labios de su hija mayor, Agatha era la única hija que el rec