Hemos llegado a la pequeña casita de los padres de Mike. Si yo creía que su Penthouse era exagerado y muy grande, esto es el triple ¡Demasiado grande! Una gran casa de dos pisos, con muchas ventanas, en color blanca y detalles dorados. ¡Esta gente nada en dinero! El Xanax me tiene con los sentidos algo atontados, peor estoy muy consciente de todo lo que hice en el bar, y lo que haré. Por fuera parecía una diosa, lo sé. Pero por dentro estaba temblando como gelatina. Bailarle a Mike, de la forma tan descarada que lo hice, susurrarle al oído, y casi besarle sus labios, ha sido sin duda alguna, un reto para mí. Por dentro mi Aria interior gritaba, pero por fuera, me veía digna, diosa y desgraciada. Mike me quiere ver la cara de tonta, con la excusa de que soy muy puritana. Dejándose lle