—Me gustas. —No creo que sea verdad, soy demasiado simple. —Eres demasiado hermosa. Se encontraban en la casa de Frederick, una casa de campo a pocos minutos del centro de Aspen, tenía una casa de huéspedes y una cochera cubierta donde podían estar 5 autos. La cocina era un sueño pues tenía acceso a las dos salas de estar y el comedor, todas las areas tenían vistas con grandes ventanales. Cuando llegaron a la habitación principal, Danielle se dio cuenta de que tenía dos baños y un estudio. Frederick la llevo a recorrer las caballerizas y allí se distrajo con los sementales, en especial uno n***o, juguetón y casi se había enamorado de la chica. Les dio de comer y los acaricio, Frederick le enseño a peinarlos de manera rápida, pero luego debieron irse a la casa, la noche estaba llegando