¿Con quién r@yos me casé?

Los amigos

Las amistades duraderas requieren mucho más esfuerzo que esas amistades superficiales y temporales. Tener un mejor amigo desde la infancia, sobrevivir a la escuela juntos, el colegio, la universidad, matrimonios, divorcios, cambios de peso y cambios en los ciclos de sueño es todo un desafío, pero a mí me da esperanza. Si la gente puede mantenerse unida de una forma no s****l durante tanto tiempo, ¿por qué no podemos ser felices toda la vida con alguien a quien elegimos? Esa es la pregunta que me hice cuando el matrimonio de Simonetta comenzó a fallar, porque pusieron tanto esfuerzo en la conquista, en el romance, en la boda, y tan poco esfuerzo en mantener el amor y la tranquilidad en sus vidas. Es como si el amor tuviera fecha de caducidad pero no pudiéramos verla. Hablando de amor y amistad duradera, les voy a contar quién está en una cama intentando fingir que no le han roto el corazón.

Para los hombres, la ofensa más grande es que les digan "pobres" cuando tienen aires de grandeza, eso es como decirles "estás gordo" o "aumentando de peso" en masculino. De todas las cosas que dijo su novia, perdón, su exnovia, y que ahora le dolían, era que no tenía para la renta, no tenía para comer, no tenía para vivir. De verdad, que no entendía en qué momento se convirtió en alguien persiguiendo un sueño que no podía mantener, que no le estaba llevando a ningún lado.

— ¿William? — le llama Manuel. Su amigo se pone en pie y va a buscarle, sabe que está en su apartamento, dentro como si fuera su casa. Los dos amigos se miran, sonríen, y Manuel se acerca, le da un abrazo a William y le invita a tomar asiento, luego amenaza con cocinar, y su amigo niega con la cabeza de inmediato. Los dos se ríen.

— Iba a venir a llevarte a almorzar y llamé a Yelina, me dijo que terminaron y que no sabía nada de ti.

— Sí, terminamos porque soy pobre y no tengo nada para el futuro. Eres dueño de este edificio...

— El cual hipotequé para ser boxeador.

— Sí, eres medio estúpido, pero puedes sacar la cabeza de tu culo y ponerte a trabajar. Dame tres planes de negocios que se te vengan a la cabeza.

— Tres planes...

— Sí, y pon la carne ahí al fuego.

— ¿Sabes que hay que marinarla?

— Qué lleva la carne — William niega con la cabeza y se pone a preparar el bistec que su hermano del alma quiere echar a perder. Manuel insiste, porque ha visto a su amigo perdido durante los últimos dos años, perder esas competencias, ha sido catastrófico para su seguridad, y a veces darse la oportunidad de volver a empezar, de trabajar duro, de tener a alguien apoyándote y peleando por ti es todo lo que necesitas, saber que hay gente esperando que vuelvas a tener éxito. — Te hice una pregunta.

— Sal, pimienta, ajo, tomillo, mantequilla.

— Ahh, sí, estoy viéndote. Pero, lo de los tres planes.

— Lo de los tres planes... reconstruiría los pisos de arriba que se quemaron en el incendio y volvería a rentarlos, luego, invertiría un poco en el gimnasio y creo que... me inscribiría.

— ¡¡No!! — responde de inmediato — Solo lo de reconstruir y rentar, lo demás fatal, hermano, no sé qué no te deja avanzar en la vida, pero si es tu papá... No vamos a normalizar el lavado de dinero, pero es lo que hace, y si quieres hacer algo diferente, termina de estudiar leyes. Ven a trabajar conmigo y pon su culo en la cárcel.

— No, no... mi mamá y mis hermanas, eso es mucho más grande que él.

— Vale, pero, te ha echado, te ha obligado a regresar, anímate como si fueras un chiquito y no levantas cabeza.

— Mañana enviaré a unas personas a inspeccionar y ver qué se puede arreglar.

— No puedo pagarte.

— Uno de los apartamentos lo cobras tú y el otro yo.

— Vale.

— Voy a abrir un food truck, te voy a dar trabajo ahí, administrando, necesito ayuda y mi papá tiene una vacante en su empresa, le dije que estabas loco por el puesto y decidió darte una entrevista.

— ¿Tu papá? El que no quiso que hiciera mi pasantía en su empresa.

— Mentí en el currículo que le di.

— Ay, Manuel.

— Mira, necesitas sacar la cabeza, piénsalo de esta forma, un trabajo en la empresa te da posición, experiencia, un salario fijo, con eso puedes inyectarle al gimnasio, saber que llegas a fin de mes.

— Cambio de planes.

— Sí. Finalmente, pongo los bistec en la parrilla, su amigo sonríe cuando él sirve unos vegetales viejos del refrigerador que convirtió en auténticas delicias, una ensalada espectacular. Y su carne terminó medio, jugosa, exquisita. El joven sonrió y le propuso a su amigo ir a la entrevista si todo salía mal él invertiría en su gimnasio.

— Gracias, pero no...

— Por un porcentaje.

— Ahh, bueno — los dos ríen. — ¿De qué es el food truck?

— Comida rápida, ya sabes, chile, tacos.

— A ti te sobra el dinero.

— La gente siempre quiere comer mexicano.

— Tu novia siempre quiere comer mexicano. ¿Qué te parece un foodfit? — pregunta William. — Sales del gimnasio, mueres de hambre y lo primero que hay es un Taco Bell, pero nunca hay comida para aumento de masa muscular, alta en proteínas, keto-friendly o para hacer bulking.

— No entiendo nada de lo que dijiste.

— Tu plato es balanceado, pero el mío es para aumento de masa muscular, hay más proteína que los otros ingredientes. Paramos el foodfit frente a gimnasios o cerca de ellos y es mejor que esos batidos y porquerías. Imagínate salir del trabajo a las cuatro, ir al gimnasio, salir a las seis y tener un camión con comida lista, sabrosa y acorde a tu dieta, en horas laborales puede estar cerca de empresas.

— ¿Ves? Cómo te funciona el cerebro — comenta Manuel. — Yo voy a donde esté la plata. Haz unos "menús", hablaré con el chef y la nutricionista de Cony, entonces podremos elegir menús para vender.

— Claro, no tengo problema.

— Nos hablamos de nuevo en unos días — comenta Consuelo mientras despide a los demás.

— William, siento que están manejando un poco mal las cosas, aquí están manejando las cosas mal, si van a ser socios, tiene que haber documentos, son mejores amigos de toda la vida, no la cagen. — Responde y les extiende una carpeta con los documentos para iniciar una sociedad y un tipo de acuerdo que les permitiera trabajar juntos, la joven le da un beso a su futuro esposo y les recuerda.

— Salimos mañana a las tres, nada de locuras — Consuelo da una palmadita en la espalda a Will y sale tranquila de la oficina

"Medio millón de dólares", el joven leyó la cifra y los dos se miraron.

—Firma eso antes de que me robe todos los derechos —le apuró su amigo.

—¿Estás seguro?

—Mucho, no eres pobre, pero prométeme una cosa —Manuel pegó su frente con la de William. —Nunca jamás en la vida vuelves con Yelina.

—Manu...

—En la riqueza y en la pobreza, la mujer que venga, tiene que estar en todas —exigió Manuel. —¡Promételo!

—Es mucho dinero y no sabemos si va a funcionar.

—Vamos a lograrlo."