Consejos de enemiga…

1440 Words
Valentina es la última novia de Ramón y ocupar ese lugar no es una posición muy cómoda. Ramoncito, puede ser detallista, romántico, un polvazo, pero con Valentina… no se portó del todo bien. Han ido y venido unos cinco años, se han pintado el cacho, se han perdonado y los dos hicieron promesas que para ser justos, ninguno de los día quería ni iba a cumplir. Desde mi punto de vista, entrar a una Relación tóxica es fácil, pero, salir de ella es complicado, tuvieron que pasar muchas cosas para decidir que los caminos iban separados por el bien de ambos. —Gretta, qué bonita… y qué inteligente. No te has pasado casi seis años de tu vida criando un hombre para que se case con otra en menos de seis meses. Salúdame a Ramón y a su nueva amante que siempre hay una. La toxicicdad viene en semillas pequeñas, así como esta pollita que acaba de sembrar en mi cabeza. —Imagínate; a mí me decía que tú solo eras a una amiga de su hermana. Las cosas que va a inventarte y no vas a saber ver. —Ay, Valentina… —Se queja Consuelo. —¿Y qué vas a hacer? Sentarte a esperar a que Gretta se canse y lo deje para seguir tropezando con la misma piedra, o mejor…te metes de una vez en su matrimonio. Es que puedes follarte a Ramón cualquier día del mes que tú solo eres un polvo y Gretta siempre será su esposa. Uno, en la vida de un hombre, siempre se da su lugar… incluso antes de que le digas su nombre. —Claro… es su hermano. Siempre va a defenderlo y entonces apenas algo salga mal, tú serás la nueva villana y me vas a entender. Mis consejos son gratis, y mi aprendizaje te lo regalo también; Gretta, no te cases. Ramón puede ser encantador así como tu peor pesadilla. —¿Valentina qué putas estás haciendo aquí?—Pregunta Ramón furiosos. El príncipe encantador había decidido molestar a su madre, traernos café a todas y darme un beso y decirme que me amaba y probabalmmenge usmear algún vestido que otro. Después de finalizar la allanada había ido por los cafés, unos cuantos postres y se había dirigido a la tienda en la que estábamos, definitivamente, él tampoco esperaba encontrarse con su exnovia. —Conversando con tu amiga de siempre; Gretta. No, no, mi amor, “que ella es amiga de Consuelo no tuya”. Es que la negaste de todas las formas Ramón y mira con quien te casas… que bonito, yo peleandome las guerras y ella celebrando las victorias. Que seas muy feliz Ramón. —Mantente lejos de mi mujer y de mi familia Valentina. —Le advierte Ramón a la mujer quien se aleja con la cabeza en alto. Yo levanto el vestido y voy a vestidor, me cambio mientras todas se quejan de la arpia de Valentina, mis amigas, mi suegra y mis hermanas no la bajan de ardida y malintencionada. Consuelo quiere ir a reventarle la nariz operada, para ver si con eso respira y el oxígeno le modifica la actividad celular. Cuando salgo, simplemente no me han quedado ánimos de hablar o de pelear solo quiero que acabe el día. —¿Gretta? —Me llama Simonetta. —No le des el gusto—Insiste mi suegra. —Quiero ir a casa, pueden… después puedo buscar algo. —Oh, pero, este era el vestido. —Lo ha visto Ramón, y ella… en fin, iré a casa, gracias por acompañarme—Me despido de todas con un beso y le acaricio el pecho a Raamon antes de tomar un vaso con café. —Gretta, sabes que ella es una zorra envidiosa. —Lo sé, pero ya mató la vibra. —Le recuerdo a mi hermana y le doy un beso, ella me abraza y trata de restarle importancia al asunto pero ya no quiero está aquí. Ramón me sigue por la tienda y desde afuera la vemos, con sus amigas, le doy un beso a mi esposo y le acaricio la espalda. —Está mirando y no la voy a dejar ganar. —Respondo— Pero no tengo que estar feliz con todas tus ex en este momento—Le doy un par de besos en la mejilla y sonrió. —Gretta. —Sé todo lo que puedes decir, de verdad, quería ese vestido —Respondo y Ramón me da un beso, me toma por la cintura y me acerca a él. —Solo vi que era blanco porque estaba ocupado gritándole a la monstruo esa. Tú ya eres mi esposa no va a ser de mala suerte. —Vale, no tomaré el riesgo—Aseguro y le doy otro beso. Ramón me abre la puerta del coche y me paga el parquímetro, no digo nada, solo me despido, y mi marido hace lo mismo. Conduzco a mi casa directamente y en cuanto me es posible me siento a escribir todo lo que siento todo lo que está mal. El timbre suena un par de veces y sé que no se trata de Ramón, mi padre o mis hermanas porque saben que la puerta está siempre abierta y rezo porque no sea un vecino molesto. Mis oraciones no siempre son bien interpretadas proque después de mi mañana de mierda, sudando ante las ideas de mi suegra, las palabras de mi wedding planner y el berrinche de Valentina en la puerta de mi casa se aparece mi madre. —Gretta, solo quiero hablar. —No puedo hoy con esto, de verdad. —Gretta. —Por favor. —Gretta, tengo cáncer. Me estoy muriendo y necesitas escuchar mi versión de las cosas. No necesito que me cuides, solo quiero la oportunidad de explicar y pedir perdón. —No soy capilla de pueblo. —No lo eres, pero mis actos y mis decisiones te hicieron daño… —Sí, los quieres a todos, menos a mí. Quieres a papá, quieres a las gemelas, pero no quieres estar donde estoy y ahora qué tengo que escucharte pedirme perdón, ¿por qué? —Gretta, solo no sé cómo estar bien contigo después seré hacerte daños —Me abandonaste, y cuando regresaste nunca me buscaste. Estoy casi segura de que si las gemelas no hubiesen nacido no sabría nada de ti. —¡Soy bisexual! —Reconoce frustrada con su verdad. —Iba a escaparme con mi amante, tu papá lo descubrió, me pidió que arregláramos las cosas, le dije que me iba con una mujer y decidió que no solo me iba, sino, debía mantenerme lejos de ti.—Su voz se quiebra. —Gretta, elegí, elegí muy mal, y ti es a quien más he herido. Tú necesitabas una mamá y a mí se me ocurrió que merecía ser feliz al lado de alguien que eligió a su esposo. —Tu amante era la mamá de Simonetta—Le acuso y me quedo mirándola sorprendida. Es como cuando encuentras después de años la pieza que él faltaba a un juguete, la verdad de mi mamá, todo lo que está mal con nuestra familia inició ahí, con mi madre y la mamá de Simonetta pasando demasiado tiempo juntas, riendo,‘preparándonos la comida, Sony y yo siendo las mejores amigas, y ellas dos igual, jugando estudiando para sus exámenes de incorporación. Siendo grandiosas, las mejores doctoras, y poco después mis papás se estaban divorciando y la mamá de mi amiga vivía al otro lado del mundo y su esposo no parecía poder mirarle a los ojos, mi padre roto y Simonetta y yo consolándonos la una a la otra. —Gretta, —Me llama mi madre y me toma de los hombros su mirada busca la mía. —nadie puede saber. —Por favor vete y habla con mis hermanas y mi papá. Necesitan saber lo del cáncer, yo de verdad, no quiero saber tus secretos y andar cargándolos por la vida. —Mi madre se pone a llorar y sus lágrimas simplemente causan la mayor ira de mi vida. —Simonetta es mi mejor amiga. Somos mejores amigas y voy a tener que llevarme toda la mierda que me acabas de tirar en la conciencia, vete de mi casa. ¡¡Fuera!! Chicas, comenten un poquito. Yo hago tooodo mi esfuerzo porque sea tan seguido, pero participen un poco. Para escribir sin interacción me pongo un diario como el de Gretta y se acabó. ¡Vamos que todas podemos hacernos felices! ?? Las leo que entre Valentina y las mamás de esta historia hay demasiado que chismear. ?
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