Yo estaba decidida a decírselo, porque si fuese al revés, por más que las dos no queramos saber nada de nuestras madres el noventa por ciento de las veces, la verdad, es que merecíamos más antes, merecíamos algo mejor simplemente más.
Simonetta llegó puntual al restaurante, pese al imprevisto en la ducha con su esposo, y a lo lejos la vi conversando en el celular. Mi amiga sonrió al cruzar su mirada con la mía, y creo que mi rostro me delató, ella se puso en pie y vino corriendo hacia mí.
—¿Gretta qué pasa?
—Simmy, no quiero romperte el corazón.
—¿Qué te ha dicho tu madre, qué es lo qué pasó?
—No sé si pueda.
—Nunca me has ocultado nada, Gretta, somos hermanas, dime lo qué pasa
Simonetta me toma de las manos y busca mi mirada, yo veo de un lado a otro y me encuentro sudando nerviosa, mi corazón late acompañado de un dolor aguso y mi boca está seca.
—Gretta, no voy a irme a ningún lado, siempre vamos a estar juntas.
—Mi mamá y tu mamá… creo que tuvieron un affair. —Simonetta me mira desconcertada, da un paso atrás y trata de analizar si estoy bromeando o si es real.
No me queda claro lo que pasa por su mente hasta que confirma mis recuerdos:
—Fueron muy cercanas y vivimos juntas una época…
—Recuerdo ver poco a mi papá una época y después tú te fuiste con tu papá, tiempo completo, mi mamá y yo volvimos a casa , luego se graduó o algo y mis papás y yo nos fuimos a Inglaterra, estuvimos fuera un año y de ahí ella se fue a Kenia. Papá y yo regresamos, tus papás estaban divorciados.
—Tu mamá y mi mamá no estaban estudiando nada más, estaban iniciando una relación. No tengo dio detalles era creo que tu mamá eligió a tu papá y mi mamá perdió al gallo y la limosna, no sé, no supe ni quiero saber todo o si quiero olvidar que lo sé. —Simonetta me abraza, me da un beso en la mejilla y acaricia mi espalda, contra mi oído murmura: “lo siento mucho, Gretta” como si ella no estuviera viviendo lo mismo, sé que se ha desconectado y no le ha caído del todo la realidad encima.
Me lleva al restaurante, ordenamos como si no hubiésemos tenido al aconversación más incómoda de la vida, y no es hasta que no sirven el café que le tengo que preguntar:
—¿Qué tan en shock estás?
—No sé que decir… supe, toda la vida he sabido que el matrimonio de mis papás no es el más tradicional, pero no esperaba que en es nivel pensé que mi mamá tenía otro hombre y ahora muchas cosas tienen sentido.
—Sí, pero es horrible.
—Tiene sentido porque tu mamá era una niña sola, a la que nadie había amado hasta tu padre, y mi mamá, se crió a sí misma hasta convertirse en lo que es, probablemente,c infundieron la amistad o encontrar amor indescriptible la una en la otra, mi papá muy afectuoso no es, él es todo dinero y propiedades, pero, no es el refugio de nadie, y tu papá tampoco.
—Tu mamá y mi mamá nos dejaron a nosotras a causa de eso.
—No, tu mamá y mi mamá son una egoístas que no querían ser mamás, si tu mamá no hubiese usado el ritmo y mi el condón de mis papás no se hubiese roto, no estaríamos aquí, tú y yo sabemos que somos un golazo Gretta.
—¿Simonetta, tú sabías?
Simonetta es una persona de detalles, ella siempre tiene que saber todo, desde lo más superficial hasta lo más profundamente doloroso y hoy está aquí, sentada, muy tranquila contándome una parte de la verdad y apear de qué quiero culparla por no haber dicho nada, usando mi amiga me toma de la mano y me pide una disculpa, sé que no lo ha hecho con intención de molestarme sino de protegerme.
—Sí, pero mi e tuvo la opción de quedarse y decidió exiliarse. Mi papá se lo permitió proque pensó que era lo mejor para los dos y para trabajar en su relación no. Tu mamá tuvo la oprounidad de pelear tu custodia y nunca lo hizo.
—¿Hace cúanto lo sabes?—Simonetta se queda seria, me ve a los ojos.
—Las escuché discutir una vez, cuando éramos adolescentes, en una función escolar, estaba en el baño, entraron discutiendo y subí los pies. Tu mamá la llamó cobarde y mi mamá le dijo que ella tenía una esposo y una hija a quienes no quería herir, que habían terminado hace mucho y que lo mejor era mantenerse lejos. Tu mamá la amó muchísimo, mi mamá es una perra, me hizo prometer que no te diría ni a mi papá.
—¿Cómo has podido vivir con este secreto?
—Gretta, esta es una de esas verdades que cuando las escuchas no las puedes digerir fácil, tu has pasado por mucho en silencio y no creí que fuese una carga justa para compartir. Mi papá y tú son las personas con el corazón más dulce de la vida, y no se merecen ser el daño colateral de esas dos, se merecen el final feliz de las películas es que te hace querer ver qué pasó al día siguiente. Si él eligió quedarse yo no tengo por qué juzgarle y si ella te hizo daño, no puedo borrar el pasado, pero mi misión de vida es que tu madre no vuelva a causarte dolor, qupe quieres que haga, vo y le peqgo, le insulto le cambio la quimio por suero fisiológico?—pregunta y me río. —Dime cómo quieres que lastimemos a esa perra y yo lo hago.
Simonetta extiende su mano sobre la mesa y yo entrelazo mis dedos con los suyos.
—Olvidemosnos de esto.
—Me apetece un whisky.
—Me tomo el café y buscamos un bar.
—Sí, y la media luna de aquí es espectacular—Simonetta eleva su mano hacia el mesero, este se acerca y nos regenta que nos gustaría.
—Un café ruso o irlandés.—el mesero nos mira divertido y asegura que hablará con el dueño.
Se aleja y lo vemos conversar con un ar de hombres los cuales ríen, los dos miran hacia nuestra mesa, y uno le hace una seña al otro.
Poco después vienen a saludarnos el doctor Vidal y su hermano.
—Hola—Saluda Simonetta y se pone en pie. —No somo alcohólicas.
—Seguro tiene una clínica monstruosa ara ello—Bromeó y él contiene la risa.
—-Escuché, que querían de nuestro café de especialidad, apra el cual no tenemos patente.
—Ay, sí, estas media lunas… son muy buenas, pero necesitamos algo más fuerte—Comenta Simonetta y el se ríe.
—Soy Mauricio Vidal, estoy haciéndole una degustación de pastas a mi jefe, les gustaría ser incluidas.
—Nos encanta criticar—Respondo y los dos ríen.
—¿Cómo está Consuelo?
—Nos odiará cuando escuche esto pero muy bien, en casa, ultraenamorada.
—Que bien por ella, —Se dirige hacia su hermano y le da un par de golpes en los hombros. —vamos, cocíname a ver si me pongo amplio.
—Deberías, ¿cuántos hermanos tienes?
—Literalmente tres y tú no eres mi favorito—Se van discutiendo y burlándose el uno del otro.
Simonetta le escribe a Consuelo, porque a ella puede que no le guste el doctor todavía, pero a nosotras sí nos gusta para ella.
Simonetta
¿Consuelo, dónde estás?
Consuelo
Estoy en el dentista, y aparentemente la ortodoncia además de no ser divertida ni sexy, es cara del culo.
Simonetta
Vale… pero estamos con Vidal, ¿quieres decirle algo?
Consuelo
No… ni que me gustara.
Gretta
Lo sacaste de su casa el otro día.
Consuelo
Me debía por enviarme al loquero, eso es todo.
Gretta
Qué actitud más negativa
Consuelo
Creo que en cuanto me den las custodias definitivas de todas mis hijas, voy a hacerme lesbiana, porque los hombres son horribles, unos cabroazos, perros, animales, abusivos, ¡horribles! Y hay unos, aquí entre nos, que además de enanos, gordos y peludos… son gays.
Ramón
Consuelo, estás traumada, ve a terapia.
Consuelo
Y hay otros, grandes, rubios, musculosos que se creen el pollón y hacen que su mujer vaya a correr en la mañana, en el frío bajo las gotitas de lluvia… Ramón, esto es para ti.
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