Rescatarse

1110 Words
Yo no sé cómo los castigaban a ustedes, si físicamente o emocionalmente, pero, mi mamá, la mujer que abandonó a mi papá prefería los castigos emocionales; por ejemplo: “Gretta, siéntate en tu habitación; reflexiona y recuerda, no puedes hablar ni jugar por una hora” el tiempo es relativo pero cuando uno es más pequeño una hora es eterno, a ver que la mujer está, decidió que yo me necesitaba quedar en silencio porque fui grosera con ella, después de una hora en silencio yo tenía un discurso en el que la insultaba de verdad por el daño emocional que me estaba generando y por haberle roto el corazón a mi padre. Él decidió por un tiempo no dejarme ir a casa de mi madre y a mi me pareció fabuloso. La reflexión no es para cualquiera, es para el que siente culpa, el que duele y no puede decirlo mas que así mismo, creo que es como la gaveta del caos, si la abres; solo tu puedes identificar dónde está lo malo. Consuelo había pasado un día en silencio pensando en mil maneras en las que iba a acabar con ese médico, su licencia y el trabajo de toda su descendencia, Consuelo no podía dormir, no se podía ir y temía pasar la semana ahí encerrada, no le dieron comida, ni abrigo, solo una cama y pensó que eso era peor que ir a la cárcel porque al menos ahí tenía una llamada. En su intento por huir se había lastimado la muñeca, tenía moretones en ambos brazos y le preocupaba que le hubiesen arrancado demasiado pelo. Puesto que parecía que Consuelo estaba teniendo un berrinche más que una crisis psiquiátrica le administraron un un sedante, pero ella no respondía al sedante, así que el doctor le encerró en una habitación de aislamiento y desde que llegó hasta ahora, había estado encerrada con mínima capacidad de socializar y estar dentro de su propia cabeza era rarísimo, porque esperaba la oscuridad de la que todos hablan, pero la verdad, es que había silencio absoluto, no había rabia, ni resentimientos, solo silencio y durmió, comió y repitió. Consuelo decidió hacer yoga cuando la puerta se abrió y vio al médico a cargo. —¿Cómo estás? —Pregunta el encargado. —Aquí, esperando irme. —Tu médico te está buscando. —¡Ahh, ya me voy! Y se podrá imaginar la demanda que él espera, ¿verdad? —el hombre le recordó que todo era por su bien y ella se aseguró de empujarle antes de salir, un enfermero le llevó a su habitación para cambiarse y tomar sus cosas, luego, fue al primer piso y vio a su hermano, su prima y su médico furiosos y detrás de ellos, estaba un grupo de abogados y médicos esperando explicaciones. —Necesito irme de aquí y no regresar. —¿Qué te hicieron ? —Me inyectaron un montón de cosas y me dejaron en un cuarto blanco, estoy loca pero no en ese nivel. —La doctora Pieth viene a darte un cheque Consuelo, sé que esta ha sido una experiencia traumática, pero necesitamos saber qué pasó y que te den el alta. —Doctor Pieth, escucharán de mis abogados, estoy agotada. Consuelo tomó del brazo a su hermano y este le dirigió hacia el auto, Simonetta le dio las gracias a Vidal y el hombre se quedó mirando a la mujer delgada y decaída que había salido de ahí. Fue corriendo para disculparse con ella, consuelo, la reina de la indiferencia fingió como siempre que no había pasado nada. —De verdad, lo siento. —Estaba haciendo su trabajo, doctor, —Necesitas chequearte, este es el número de Alice Pieth, somos amigos, le hablaré de tu caso y en el momento en que llames tendrás tu cita, —Vale, gracias. —respondió. Consuelo se acostó en el sillón de atrás y sus primos le preguntaron: —¿Quieres venir conmigo y Gretta? —No, gracias. —¿Quieres ir a tu casa?—Pregunta Ramón. —No, gracias. —Puedes venir conmigo—Se ofrece Simonetta. —Voy a quedarme en casa con mis papás, ya mañana iré con algún médico y estaré mejor. Ramón condujo sin chistar a la casa de sus padres, Consuelo y Simonetta iban en total silencio y Ramón encendió la radio para llenar el silencio si prima volvió a apagarla. —¿Entonces, quieren hablar? —¿Quieres hablar de mi bebé o de su ex? —Bueno, puedo hablarles de mí, tengo un proyecto en mente fantástica, una propuesta de millones de dólares, tengo sexo todos los días. Gretta y yo estamos comprometidos con anillo y probablemente tendremos una boda. —¿Ahh, entonces a ti te tocó el matrimonio feliz y el bebé sano? —Bueno, no hay bebé todavía, pero estoy casi seguro de que sí, tendremos más de lo que queremos, estaremos felices si es niño o niña. Las dos se rieron, Ramón sonrió porque molestarlas era su pasión. —Solo… —¿Solo?—Pregunta su hermana. —Solo es la palabra que usas antes de buscar excusas para dejar a alguien y te advierto Ramón que te corto los huevos si le haces una gilipollez a Gretta. —Lo sé, pero… mamá dijo algo sobre repetir patrones y creo que estoy casado con papá. —¿Y cuál es el problema ? —pregunta su hermana y Simonetta ve a su primo. —Vale… un poco, pero casarte con tu papá no es tan malo. —Mi papá y Gretta son espíritus libres. —La libertad es… complicada cuando no sabes gestionarla o cuando estás cansado y tú esposo ha pasado el día siendo creativo. —Si lo dices por la andropausia de papá. —Lo digo por la adolescencia, la andropausia, la depresión y los picos de manía que tiene… —Ramón, hay mil formas de vivir. —Sí, pero resulta agotador—Interviene Simonetta. —¿Has hablado con Gretta de esto? —No lo había pensado hasta ahora y sé que a su modo está intentando ser su mejor versión y que funcione. —A la gente que uno ama no se le mete en un molde, por eso ella está divorciada y tú parece que vas por la misma ruta. —añade Consuelo. —Tú estabas metiendo en un molde de mentiras a tu esposo gay—Añade Ramón. —Yo nunca he dicho que mi vida es perfecta, cabrón. Los tres se ríen y Simonetta insiste en llevar a Consuelo a ver un médico porque epodo estar mal herida o con demasiados documentos.
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