¿Qué pasa en su cabeza?

1631 Words
Consuelo era completamente ajena a lo que le estaba pasando, porque puede que a la décima hora de estar encerrada en su habitación sintiera la necesidad de llevarse sus cosas. Se rejuntarán ustedes desde la comodidad de su vida como consuelo llegó aeda conclusion, pues bien, mi amiga y cuñada fue ingresada por cuenta propia a las 10 am, después de dedicarles unas palabras a sus padres por teléfono. Después de despedirse de su hermano y de mi y de hacer un montón de bromas sobre locos con Simonetta. —¿Estás segura de esto Consu? —Sí, en unos días saldré solo recuerda por favor estar encima del abogado yvisitar a las niñas, diles que estoy de viaje de negocios. —Lo haré, lo prometo Max —¿Ya hablaste con Ramón? —Anoche, mientras Gretta dormía, me comentó que te pusiste pasivo agresivo a las tres de la mañana. —Si, no podía dormir y le ataque por teléfono. —Simmy, se que aveces cuesta creerlo, pero Ramón tiene su vida rompía y o podemos hacer que viva nuestros sueños siempre. —Lo entiendo pero es la forma y el momento que ha elegido. —Esto te generará un shock pero, el mundo no gira a tu alrededor y tu agenda no es la nuestra, si querías que él se quedara a cargo cuando el bebé naciera debiste haberlo conversado y organizado con él. —No se me hubiese ocurrido que se le antojase largarse. —Vale, te lo diré bonito; me voy a internar unos días y no podré contestar, pero no es abandono, es cuidado personal. —Cuídate mucho y mejor no tengas sexo con nadie. —He traído unos condones por si acaso, pero no sé si sea saludable meterme con un psiquiatra o un paciente psiquiátrico. —Te amo mucho, iremos a verte. —Te esperaré, un besote. Consuelo llevaba todo lo necesario para una buena estadía en la clínica. Le dieron indicaciones sobre el lugar, retiraron todos los aparatos electrónicos que traía encima, los que llevaba escondidos en un rincón de la maleta e intentó decir que eran para estimular el sueño, la enfermera la miró muy divertida y le advirtió que había medicación para todo. —Esto es un objeto personal. —Es un estimulador s****l. —Vibrador. —Sí, pero la idea es que descanse, que empiece de cero. Consuelo miró a la mujer divertida y sonrió, la dejaron pasar la mitad de los libros que llevaba, (ósea los que no eran porno). Consuelo fue examinada y evaluda las siguientes seis horas pro diferentes médicos, al día siguiente le ofrecieron un plan de tratamiento, le dieron medicamentos de calidad. Es que no es el mejor lugar para socializar, no es un lugar para andar y ya es un hospital con reglas y gente enferma y Consuelo esta mal pero no tan mal como ellos. En su segundo día la terapia tomó un curso personal porque hablar de su infancia no lo tenía claro pero le resultaba insoportable. —Tienes un hermano gemelo. —Sí y nos llevamos bien, somos amigos y su mujer es mi amiga. —¿Y quién recibía la atención? —Ramón y yo somos muy independientes. —¿Qué tal si me cuentas desde el principio? —No veo esto relevante. —Solo un recuerdo Consuelo. —Insite el médico. Consuelo siente un dolor en su corazón, los latidos son cada vez más veloces y la garganta la siente un poco seca, se frota las manos con miedo. —¿Consuelo? —Somos tres nietos; Simonetta, Ramón y yo... Simmy es extraordinaria, todo le va perfecto, Ramón es el nieto favorito, el divertido y el más obediente y yo… —¿Cómo eres tú? —Soy Consuelo, nadie más que yo espera cosas de mí. —¿Quién los cuidaba una niñera, tú madre o abuela? —Nuestra abuela. —¿Y cómo te hubiese definido ella? —Mi abuela… yo no era santa de su devoción, yo solo llevo su nombre: Consuelito. —¿Quieres decir que opinaría ella? —Nada, mi abuela solo esperaba…que Simonetta heredara y Ramón hiciera algo extraordinario… eso…¿En qué importa? —Que esperaba de ti… La abuela de consuelo no odiaba a su nieta, esa mujer adoraba a los tres niños a su alrededor porque eran un pedazo de ella, pero nunca entendía a la voluntariosa Consuelo, para ella; Ramón era como un pastel, con los ingredientes correctos puede ser esponjoso, crecer y olor maravilloso, Simonetta como una galleta, podía tomar su propia forma o dársela ella con un molde, Consuelo… era como el confite al que habían nombrado por primera vez con ese nombre, requería de una temperatura especial, técnica, colorantes, sabores impresionantes, recetas secretas y al mínimo descuido se dañaba y generaba un desastre. Su abuela, simplemente no podía meterla en el molde como a los otros dos y esa libertad y el respeto que él daba a su nieta peques la y la cortesía de no exigirle, era interpretada por ella como descortesía; falta de amor. Después de pensar un poco más y aumentar esos síntomas de dolor y yerro Consuelo respondió: —Mi abuela no esperaba nada de mí. —¿Por qué? —Ella estaba ocupada dándoles forma a Simonetta y Ramón, a mí me ignoraba. Creo se veía reflejada en mí y lo único que esperaba era que conociera un marido rico y no hiciera demasiados problemas. —¿Y eso cómo te hacía sentir? Consuelo notó la diferencia desde muy temprano, pero era competitiva y si no era la favorita de su abuelo y su abuela, era la favorita de su tío, quien confiaba fielmente en ir ella podía ser la mejor de todos porque era la combinación de toda la fuerza de los Murdok en una sola persona, al igual que a él no le gustaba perder, y se había esforzado muchísimo por cerrarles la boca a todos. —Creo que mi infancia no es el problema—Comenta la joven —Vengo de un matrimonio estable, papás amorosos, responsables y unidos en pensamiento y acción. Tengo un hermano y tenemos una relación fantástica. Mi problema aparentemente es que he estado en una relación sola durante los últimos años y todo se ha venido abajo, me he quedado sin marido rico y no me importa realmente el tío de mi billetera, no tengo absolutamente a nadie solo para mi—Respondió con rabia. Consuelo se puso en pie y extendió su mano hacia el médico unen le miró impresionada. —Ha sido suficiente —respondió—Muchas gracias, feliz tarde. Consuelo había salido de su sesión de terapia y se había ido sin rumbo, todavía no había identificado bien el lugar, pero sentía la necesidad de huir del dolor. De todas formas no la dejaron irse y el médico le envió la información de su próxima terapia, ese segundo día en la clínica le pareció horrorosa porque el café no es café y desenterrar sus secretos y dolencias no estaba funcionando dentro de la cabecita de Consuelo, para ella esa es la definición de: “tortura”. —Consuelo, es importante hablar de tu vida s****l. —Me gusta apasionado, en lugares prohibidos, con persona inapropiadas, me gusta el misterio, la cacería y el sexo guarro, me encanta que el hombre sea hombre en la cama, que todo el control y las órdenes no vengan de mí. Me gusta el sexo de día y de noche, todos los días. ¿Esa es la información que necesita? —No, como era su vida s****l con su última pareja. —Mi última pareja s****l o mi marido?—El médico mantuvo el rostro serio y apuntó en su libreta y la invitó a continuar. —Con ambos. —Mi marido y yo nunca tuvimos sexo, yo estaba fingiendo ser virgen y él no ser gay. —¿Qué más fingiste? —Preguntó y consuelonsonrio y se abrazó a sí misma. —Intenté ser perfecta. —¿Para él o para ti? —Intenté ser mi mejor versión.—Respondió.—La mejor versión de esposa que pensaba. —¿Te sentiste pérdida en algún punto? —No, me gustaba la idea de Manuel, en apariencia era un buen prospecto para marido. —¿Y el sexo con el otro? —Su hermano. —El hombre vuelve a apunta y ella aclara—Me di cuenta después, pero, es obvio que no podía funcionar. —¿Por qué? —Solo el rey Carlos le da vuelta a la princesa Diana con la fea de Camila y luego tienen un final feliz. Si tomamos en cuenta que ella era el amor de su vida, podríamos hasta justificarlos y pensar que la tercera en discordia era Diana. —No es tu primer infidelidad y lo estás normalizando. —Yo no estaba casada la otra vez, pero no quiere decir que no le amara. —Por eso pensabas que necesitabas ser perfecta para el siguiente.—Le aclara el médico y Consuelo vuelve a finalizar la consulta, se pone en pie y va a su habitación. No quería comer, no puede dormir y pensar no es exactamente lo que dese así que decide (después de su huelga hambre) que es momento de exigir la salida obligatoria del lugar, y puede que sí haya gritado, pataleado y hasta mordido a alguien en su proceso de oponer resistencia y eso es justo lo que no hay que hacerle a alguie que disfruta infringir dolor en lugar de sanar. En términos médicos Grettinianos; no se le debe dar 0,5 ml de poder a algunas personas porque ese poco se les va rápido al cerebro.
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