¿Con quién r@yos me casé?

Dulce dulce

Simonetta estaba acostada al lado de su esposo y en un afán por continuar siendo honesta reconoció lo siguiente:

—Necesito que entiendas que tengo miedo.

—¿De qué?

—De perderte, a ti y a Wally, creo que he sobrevivido a muchas cosas, pero Noé stoy segura de querer o poder intentar si quiera sobrevivir si me dejo llevar y me dejas.

—Estoy prometiendo quedarme.

—Básicamente estás fracturado del craneo.

—Estoy enamorado de ti, y me estás pariendo el corazón, creo que eso es más grave.

—William…

—Bésame—pide y se inclina un poco.

—De verdad son unos inconscientes llevo una hora pensando que tienes cáncer cerebral y no me quieren decir ¡y aquí estás casi fornicando en un hospital!—les acusa Wallace y los dos comparten una mirada divertidos.

—¿William, qué te pasó? —pregunto mientras ingreso a la habitación

—Simonetta, este no es lo que me refería—dice Ramón. —¿Estás bien Will, quieres llamar a la policía?

—Comediantes los dos.. eh…

—¿Entonces tienes cáncer o no?—pregunta Wallace y su padre se ríe.

—No tengo cáncer, hijo.—aclara y extiende su brazo para que Wallace se acerque, este le da un abrazo y le da un beso, Simonetta acaricia la espalda de su hijastro y se baja de la cama ara acercarse a nosotros, le explicamos que Wally estaba muy preocupado y me llaó, mi amiga me da las gracias por venir a hacerle compañía.

—No sabía que eras tan violenta, Simonetta, la próxima pongo a Gretta a echarte de casa.

—¿Cómo haces para vivir con Ramón?

—No sé—respondo mientras los dos nos reímos.

Ramón es un hombre detestable, ligeramente, tiene unas cosas… que de verdad me hacen cuestionarme si me estoy conformando o si de verdad amo con locura a un hombre que tiene ciertos problemas, como la obsesividad con la limpia, la obsesividiad con el ejercicio y la obsesividad con el pastel de bodas.

En una semana habíamos planeado una boda, comprado, hecho y deshecho, pero el pastel aprecía ser una piedra en el camino. Mi esposo convocó una reunión en casa de su hermana porque sus palabras: es mejor dejarle el reguero a Consuelo y así nadie se viene a vivir con nosotros.

Yo aproveché para conversar con mi sobrin favorita, no le cuenten a los demás pero si tengo que elegir a un varón me vo con Wally for ever y si tengo que robarme a una bebé… bueno… Alice es como una hija perdida para mí.

—¿Tía Gretta, yo puedo ir a tu boda?

—Obvio que estás invitada, cuéntame: ¿qué te apetece más llevar flores o anillos?

—Me gustaría hacer las dos, la verdad, lo que no sé… es si puedo tener dos vestidos.

—Claro que puedes tener dos vesrtidos.

—Gracias, tía Gretty.

—Con gusto.

—Alice, necesito tu opinión—le llama.

Simonetta y yo compartimos una mirada, ella me advierte que Ramón está loco, se sienta a mi lado y me muestra una foto del bebé en la cual está comiéndose el dedo, es un dulzura.

La veo comerse unas cuantas pastillas de ciruela y le advierto que pueden ser potentes.

—Estoy teniendo problemas desde lo del bebé, creo que el estrés no es lo mío.

—¿Ya te chequeaste?

—No estoy haciendo más ejercicio y tomando agua.—me da un golpecito en la pierna mientras observo al bebé. —¿Qué te pasa?

—Estamos intentando y sé que no funciona así, pero me hago una prueba todos los días.

—Pronto lo estarás.

—Me da mucho miedo, pero quiero serlo, quiero ser mamá.

—¿Cuánto llevan intentando?

—¿Un mes?

Simonetta es solidaria y no se ríe, pero me da la mano y promete:

—Pronto, verás que pronto. —acaricio la mano de Simonetta. —Están sanos y tendrán bebés preciosos, y si somos afortunadas nuestros hijos serán los mejores amigos del universo.

—Seguro que sí.

—¿Cómo hasces con Ramón? —se queja Consuelo mientras lo ve intentar convencer a las chicas de calificar el pastel, Wallace alimenta su locura dándole todos los comentarios del universo, William simplemente come pastel como si fuese de la realeza; lo saborea, disfruta pero no parece decidirse en una sola.

—¿Solo eso les falta?

—Sí, conseguimos un fotógrafo de bodas, confirmaron todas las invitaciones, tenemos el lugar maravilloso, las flores a lo loco, una especie de guía espiritual y todo va muy bien.

—¿Tienes a quién invitar o vas sola? —pregunta Ramón a su hermana.

—Llevo tres personas adicionales.

—Ojalá coman poquito.—bromeo y ellas ríen.

El timbre suena y Consuelo va a recibir a Tessa, es que es divertida, preciosa y un espíritu lleno de luz y de felicidad, para ser la hija de una pareja polidivorciada, Tessa parece estar muy enamorada de sí misma.

Consuelo le da la bienvenida, al igual que las chicas y Ramón le da una hoja a tesas para que haga calificaciones.

—Ohh, quién se casa.

—La tía Gretta con el tío Ramón—Explica mariana y nos señala a su vez.

—Wow… qué hermoso —comenta mientras prueba las opciones. —Bueno, en mi opinión… ¿puedo opinar?—pregunta y Consuelo sonríe mientras presta toda su atención a la chica y su hermano le cede todo el poder para opinar. —Es una boda, debería gustarles a ustedes dos, pero, yo no usaría nada muy colorido si no fuese representativo de su relación, nada de chocolate o red velvet, no quieres manchar accidentalmente a la novia. Si no es su mayor desvelo elimino estos dos y hago una mezcla de estos, mejor… un pastel, yo elegiría algo esponjoso, liviano, espectacular; por ejemplo: con un relleno clásico, delicioso y ligero sabor a pie de limón en el medio y arriba y una capa de lustre bajo en azúcar.

—Eso suena increíble—comenta Ramón encantado con la idea.

—Puedo mandar unas muestras mañana y hablan con su repostera.

—¿Cocinas?—pregunta Consuelo.

—Me gusta comer bien y mis papás no cocinan.—comenta. —En fin, después de esto tengo planes, les parece si iniciamos.

Consuelo lleva a las tres chicas a su oficina para que usen el espacio, después regresa con nosotras, y Alice se acerca algo preocupada.

—Mamá.

—Sí, mi amor.

—¿Yo no debería tener tarea o algo… Como las chicas?—Consuelo le peina el cabello y le llena de besos.

En los exámenes de orientación había salido muy bien, Alice era muy inteligente y aparentemente estudiosa por lo cual la maestra había sugerido darle tiempo a la primer semana para observar donde podría tener dificultades.

—¿Quieres leer un libro o algo?

—Sería bueno.

Consuelo ve a su hija divertida antes de llevarle a buscar un libro, la deja en su habitación leyendo y le hace prometer que lo discutirán en un rato. Nosotras nos reímos de Alice un poquito, así como es dulce es muy independiente y esforzada.

Consuelo estaba conociendo la maternidad de una forma brillante, encantadora, llena de luz. Simonetta la confianza y yo… Bueno, yo elegí explorar con todo mi sexualidad.

—¿Creen que sea necesario comprar lencería o juguetes sexuales?

—Sí —responde Consuelo encantada con la idea.

—¡No!—Responde Simoetta y las dos comparten una mirada antes de reír.

—Eso es entre tú y Ramón.

Mi esposo nos interrumpe y nos pregunta si podemos dar una opinión honesta y normal sobre el pastel, yo me acerco, le doy un beso y tomo una de sus guías de pastel para bodas y es que me gustan todos, me parecen mágicos, riquísimos, así que propongo elegir un piso de cada uno, mi esposo se ríe y me da un beso antes de apresurarme a elegir.

—Creo que debrías tener una despedida de soltera, será que nos vamos para la playa.

—Tu quieres playa sí o sí.

—Sí, la verdad, te hace falta sol y necesito con locura hacer algo relajante.

—Mis amigos y yo vamos a hacer algo, ¿Will tu quieres venir?

—Claro.

—Estamos literalemnte casados, así que agradecería que sea algo masculino sin mujeres.

—Que aburrida eres cuando tomas papel de esposa—Comenta Ramón antes de llenarme de besos. —De estos mi favorito es este de caramelo, pero la combinación de… ¿cómo se llama la niña?

—Tessa

—Sí, lo de Tessa suena genial, clásico, sexy y elegante.

—Wow, qué clase de pastel es ese… —comenta Wallace y todos reímos.

—Dado que ya tienen un pastel en mente y una opción que les va a durar toda la vida en la cabeza, nosotros nos vamos, tenemos que ir a comprar unas cosas que nos faltan para el bebé.

—¿Hay alguna lista de compras regalos o algo?—pregunta Consuelo.

—No, encargué todo lo que quiero.

—¿Ya saben el sexo?

—No se deja ver, así que durante la cirugía le veré.

—Qué complicada eres, yo sabría todo si hubiese tenido la oportunidad.

—Qué necias las dos—nos acusa Simonetta y el timbre de la casa suena repetitivamente, después golpes, Tessa viene corriendo y pasa a Consuelo en su camino a la puerta.

—De verdad que te vas a morir joven, Anastacia.—Acusa a su hermana al otro lado en la puerta.

Es que esa es una mujer a la que se olvidan las cosas y su hermana pequeña, de casi ocho años no siempre está de humor para soportar sus despistes. Vidal iba de camino al parque con su sobrina, Helen y su hija menor Anastacia cuando recibió un mensaje lleno de indicaciones por parte de su hija mayor y tuvo que desviarse en su ruta hacia el parque.

—Este es mi tiempo privado con mi papá y mi prima.

—Haber nacido antes, y no de última desinformada; no eres hija única. —Le acusa Tessa.

—¡Es mi tiempo con mi papá! No me andes interrumpiendo con tus olvidos, Tessa.

—Nos vemos todos los días, Annie.

—Con ella. —Acusa a su hermana y Vidal se ríe. —Y el delincuente juvenil—Cosuelo intenta no reírse, pero le resulta comiquísima la menor de los Vidal.

—Muñeca, te puse un par de lapiceros, más dinero y unas hojas que vi cerca de tu cómoda.

—Gracias.

—Tessa —la saluda su hermanita.

—Anastacia.

—Xavier se va a vivir con mi papá.

—¿Esa es su versión de un castigo?—pregunta Tessa a su padre.

—Yo prefiero ir a vivir contigo, —comenta Anastacia.—Me cae mal mi padrastro.

—¿Por qué te cae mal? —pregunta Consuelo.

—Me cae mal.

—¿Qué te hizo? —insiste Consuelo.

—¡Existir! —resume la molesta pequeña y Consuelo aguanta la risa.—Me cae mal, quiere caerme bien y me cae remal, fatal!—Se queja y su padre suspira.

—Un niño a la vez—suspira. —¿Está ocupada Alice? Nosotros tres vamos para un parque. Anastacia aunque no lo parezca es adorable, y educada.

—Ajá —comenta Tessa. —Bye, gracias, te amo, —Tessa le revuelve el pelo a su hermana y le da un beso a su primita. —¿Si Xavier se va a vivir contigo podemos pasar más tiempo contigo, es justo no?

—No creo que tu mamá esté de acuerdo pero podríamos hablarlo los cuatro con tiempo.

—Xavier tampoco me cae bien así que cuando vayamos a hablar no lo invites.

—¿Qué te hizo tu hermano?—pregunta su padre.

—Me apaga la luz y la música cuando estoy practicando, me llama Anasarca ¿sabes lo que significa eso? —Se queja. —¿por que no lo mandamos a Estados Unidos? Bien lejos.

Consuelo y Vidal compartieron una mirada, la joven fue por la menor de sus hijas y conoció a otra Anastacia una más dulce y llevadera, su padre contuvo la resppiraciónn.

—¿Quieres venir a jugar con nosotras? Mi plan es ir a todos los juegos, comernos un helado y después al final columpiarnos tanto que se enrede la hamaca y demos un giro mortal. —anuncia Anastacia. Alice la ve impresionada y Consuelo la anima a ir a jugar.

—¿Alergias o intolerancias?—pregunta Vidal.

—Nada de eso…—dice y le pregunta a Alice—¿Eres alérgica a algo?

—Las cositas así —señala con los dedos,—Lo que le ponen a los pasteles y helados que es duro y a los sandwich.

—¿Maní?—sugiere Vidal.

—Maní —repite la pequeña. —Y la larga.

—¿Nuez o almendra?

—Creo que las dos. Nada de eso, ni pistachos y tampoco puedo en crema o mantequilla.

—¿Algo más?

—El ajonjolí…—se lo piensa un par de segundos. —Lo me gusta entonces digo que soy alérgica.

Consuelo la ve divertida y la llena de besos, les hace una seña para que esperen y va corriendo por unos cuantas bebidas y meriendas para las chicas. Vidal le da las gracias y se lleva a las niñas.

Anastacia y Alice van conversando como si fueran viejas amigas, su padre va entreteniendo a la más pequeña, Consuelo los ve a los tres mientras se alejan. Simonetta se acerca y susurra en su oido.

—Alguien tiene un crush—canturrotea.

—Debería follármelo, la verdad. —responde y su prima se ríe, las dos se despiden y nosotros tomamos nuestras cosas, sin afán ninguno de dejar a mi cuñada con un trío de adolescentes las cuales están abriendo cuentas de i********:, siguiendo hombres y riéndose mientras se plantean ser las esposas de los miembros de la banda del momento, mientras las chicas chismean, su madre se dispone a preparar al cena, algo que lene a dos familias, que alimente bien y le quede mejor.