LOGAN
Esta noche iríamos a festejar por separado, Jud iría con las chicas por separado, al parecer irían a un club nuevo, nosotros por nuestra parte iríamos a nuestro lugar, al mismo de siempre.
Cuando Jud me mando esa foto, quería ir a donde se encontraba, encerrarla en una habitación y no dejarla salir durante toda la noche, que nuestro festejo fuera solo entre nosotros dos, pero habíamos hecho un pacto, del cual ahora me arrepentía enormemente.
La llame al móvil, por un momento pensé que no me contestaría y me dejaría sufrir pero no lo hizo, después de hablar un rato con ella y escuchar que alguna de las chicas le gritaba colgamos.
Todos me veían con burla en la cara, excepto Alex, que sabía perfecto por lo que estaba pasando y bueno también Tyler, que estaba por estar en la misma situación que yo, solo Liam y Elliot se burlaban, pero sabía que por dentro estaban sufriendo y desearon estar en mi lugar.
—No se les ocurra abrir esa boca sucia que tienen —les advertí.
—Nadie a dicho nada —habló burlón Liam.
—¿Entonces?, ¿será una semana sin nada de nada?, no creo que lo soportes, estoy seguro que mañana iras a buscarla para saciarte, no creo que dure toda esta semana sin ningún tipo de acción.
—Pará eso tengo mis manos, ¿sabes?.
—¡Maldita mierda!, no quiero tener esa imagen asquerosa de ti y tu polla en tu mano en mi mente —hablo Tyler fingiendo arcadas.
—¡Vete a la mierda Tyler! —replique, pero sabía que se estaban divirtiendo a mi costa.
Durante un rato estuvimos hablando de todo y de nada a la vez, nos reímos de todas nuestras ocurrencias de cuando éramos más jóvenes, bueno sobre todo, jamás pensé que me enamoraría de una mujer siete años menos que yo. Pero aquí me encontraba, festejando mi último día como soltero, a lado de mis hermanos y riéndonos de bobadas.
Más tarde bajamos para irnos, entonces choque con una morena despampanante, que creía conocer pero que se veía diferente, entonces habló.
—¿Logan?, ¿eres Logan King cierto? —trate de recordarla pero por más que lo hacía no podía, hasta que mis cables hicieron corto y la recordé.
—¿Stacey Michelson? —se lanzó a mis brazos como si fuéramos los grandes amigos, los chicos fruncieron el ceño y yo solo negué con la cabeza.
—¡Oh Santo Dios!, ¿cuánto tiempo a pasado? —¿qué hace aquí?, la última vez que supe de ella, que fue hace como dos años, cuando empezaba mi relación con Jud, supe que vivía en Milán.
—¿Qué haces aquí? —La verdad no imagine encontrarla nunca más, pero aquí estaba, frente a mí.
—Logan, ya es tarde —Alex me habló sin prestarle la más mínima atención a mi compañera.
—¿Es tu hermano Alex, cierto? —frunció aún más el ceño, estoy seguro que Alex no la recordaba —soy Stacey, Alex, ¿no me recuerdas?.
—No, —al parecer la recordó, pero se hizo el desentendido, nunca le cayo bien, sobre todo al enterarse que me abandono para seguir su sueño —me tengo que ir Ligan, o Ev me matara, ¿vienes o te quedas? —sabia que Alex estaba ayudándome para zafarme de este asunto.
—Quédate Logan, por lo menos para ponernos al día, no se hasta cuando nos volvamos a ver, solo estoy de paso por esta noche, por trabajo —sabía que Alex me decía con la mirada que me negara, pero no quería que Stacey se llevara una mala impresión y de todas maneras solo me quedaría máximo unos treinta minutos y después me iría.
Le dije a Alex que me quedaría solo el tiempo necesario, me dijo que estaba cometiendo un error y se fue molesto, los chicos tampoco parecían a gusto con mi decisión pero me respetaron.
Nos sentamos en su mesa, al parecer venía con unos amigos, pero todos estaban bailando, comenzó a contarme sobre lo que había venido a hacer, al parecer estaba patrocinando alguna marca de perfume, también le conté un poco sobre mi relación con Jud, parecía genuinamente interesada.
—Entonces vas a casarte en una semana, me parece maravilloso —hablo con una sonrisa. Recordé que sus sonrisas solían gustarme mucho, pero la única sonrisa que apareció en mi mente fue la de Jud.
—Tengo que irme —le dije cerca del oído, porque la música era muy alta, al acercarme a su piel sentí su aroma, por un momento llegué a pensar que le pasaría algo a mi cuerpo como antes, pero no sucedió nada, en cambio cuando pensé en la foto que hace unas horas me había mandado Jud, mi polla reaccionó de inmediato.
—No seas aguafiestas, quédate un poco más, aún tengo muchas cosas que saber de ti.
—No creo que quieras saberlo.
—Te aseguro que si, sabes que fuiste importante para mí, te quiero como un amigo, además siempre tendrás un lugar especial en mis recuerdos.
—Gracias por eso pero te aseguro que no hace falta que me mantengas en tus recuerdos.
—Se que no debo terminar así nuestra relación, pero… ambos éramos jóvenes y nuestras carreras estaban despegando, ¡no me culpes Logan!.
—No lo hago Stacey, te lo aseguro —quería decirle que yo ya no la recordaba, pero no quería sonar como un patán.
Me quedé más tiempo de lo debido, ni siquiera supe a que hora me tome todos esos tragos, hasta que sentí que alguien me besaba y se colgaba de mi cuello.
—Jud —oí unos pequeños gemidos.
—Logan, hazme el amor.
Al siguiente día me desperté porque el sol daba directamente sobre mi cara, mi cabeza retumbaba, había un olor en el aire a sexo y alcohol, entonces abrí lentamente mis ojos, no recordaba nada de la noche anterior, ni siquiera sabía dónde me encontraba, ¿cómo llegué a este lugar?, ¿quién me trajo aquí?, de pronto un pequeño suspiro me hizo darme cuenta que no me encontraba solo, gire lentamente mi cabeza, todo ocurrió en cámara lenta, sobre mi pecho habían una cabellera oscura, cerré los ojos por un momento para saber que no lo estaba imaginando, me la quite de encima y entonces me di cuenta de la realidad.
Estaba desnudo, con una chica que no era mi mujer, que de hecho era una ex novia y me había acostado con ella, quería gritar por la enorme pendejada que acababa de cometer, pero no quería despertarla, me vestí en silencio y llamé a la única persona que me entendería y me golpeara al mismo tiempo.
—Logan, aun es temprano, ¿Qué mierda quieres? —Alex bufo por el móvil, pero no sabía a quién más llamar, por un momento pensé en colgar pero si lo hacía, se molestaría aún más.
—Necesito que vengas por mi a esta dirección —le mande la dirección y colgué, sabía que cuando llegara me diría hasta de lo que moriría.
Llego en menos de lo que canta un gallo, se estacionó mal y se bajó como rayo de su auto, llegó directamente a mi con un gancho directo al hígado.
—Eres un pendejo Logan, te lo advertí anoche, te dije que no te quedaras, pero no, como siempre quieres hacerte el caballero perfecto, y mírate ahora, tengo que arreglar tus cagadas y mentirle a Ev sobre tu paradero —en eso llegaron otros autos, sabía que eran los chicos, asique no tenía que voltear para saber que efectivamente eran ellos.
Todos me miraron mal, sabía que la había cagado a lo grande, el golpe de Alex me dolió, pero no tanto como lo hizo el recuerdo de haber engañado a Jud, no podría mirarla a los ojos de ahora en adelante, sin recordar lo que había pasado esa noche.
Paso a dejarme a mi casa, no me habló en todo el trayecto y mejor, porque yo no tenía la mínima intención tampoco, en cuanto baje Alex arrancó su auto levantando polvo. Entre a mi habitación y me di un baño, después me fui a recostar y me quedé dormido, lo menos que quería por ahora era recordar, aunque no recordaba nada de hecho, solo recordaba haber estado en la mesa, sentado frente a ella, tomando mis tragos, después de eso, nada, es como si me hubieran borrado las últimas horas de la cabeza, o tal vez solo quería negar todo lo que pasó y al no recordar me evitaba sufrir más.
Horas más tarde me desperté, tenía algunos mensajes de Jud, los leí y me sentí aún peor, ¿cómo pude ser tan imbécil para hacerle algo así?, si se llega a enterar, estoy seguro que cancelara la boda y no quiero perderla, no quiero que se vaya de mi lado, menos por una estupidez como la que hice.
La llame, al parecer me noto algo extraño, pero la calme diciéndole que solo me seguía sintiendo mal por haber tomado de más, quería venir para acá pero me negué, era una pésima idea, si hoy mismo la viera sabría que le oculto algo y al final terminaría contándole todo, eso no podía suceder, mucho menos a unos días de la boda, ¡soy un maldito cabron!, no puedo entender por qué no logro recordar nada de lo que hice.