Aixa sonrió al oír a Jack y Alice. Ella estaba feliz y ruborizada al oírlos.
Luna sonrió al ver a Abby y Jessica, celosas de Aixa.
Luego de verlas algo amargadas, dijo: "Él las quiere a todas a su manera, no deben sentir celos entre ustedes. Él aún sufre la pérdida de Janet; se nota en sus ojos cuando ve a Arthur y a la pequeña Aurelia.
- Todo esto aún es extraño para mí, pero sé bien cuándo alguien sufre en silencio. He visto esa sonrisa muchas veces en mi espejo.
- Aunque el tiempo pasó, todavía extraño a mi esposo. Jamás podré superar su muerte".
De repente, todas las mujeres en la sala tenían lágrimas en los ojos.
Luna había logrado hacer llorar a todas con sus palabras.
Jessica llegó a ella, la abrazó muy rápido y luego dijo: "Mamá, no sabía que sufrías por mi padre. Puedes hablar conmigo sobre él cuando tú quieras, así lo recordaremos juntas".
Luna, entre sollozos, respondió: "Mira lo que he hecho. Yo quería hacerlas sentir mejor; sin embargo, ahora todas lloran por mi culpa.
- Si ese niño baja y las ve sollozando, me reclamará por hablar de más. Será mejor que limpien sus lágrimas y vuelvan a lo suyo".
Máx sonrió al oírla, miró a Luna y dijo: "Luna, Pául se dará cuenta de igual manera. Tú no deberías guardar tanta angustia; te hará mal y entonces Pául sí se molestará contigo".
Todos en la sala asintieron con las palabras de Máx.
Luna se levantó de la silla y respondió: "Tranquilos, estoy bien; solo fue un comentario. Ahora me iré a buscar el desayuno de Pául. Oh, se molestará de verdad".
Todos reían al verla partir a toda prisa hacia la cocina para preparar mí desayuno.
En la habitación, yo jugaba con los niños, tirándolos de un lado a otro, haciéndolos reír, intentando que todos olvidaran al menos unos minutos los malos momentos que vivieron últimamente.
Arthur y Tayler ya estaban bastante grandes; claro que eran niños, pero con una mente brillante, capaz de entender con claridad todo lo que sucedía. Así que sufrían por cada pérdida en nuestra familia.
Luego de jugar por unos minutos más, dije: "Niños, vamos a desayunar; es hora de que comamos algo".
Los niños asintieron y corrieron a sus habitaciones para asearse y bajar a desayunar.
Yo me metí a la ducha. Necesitaba pensar; tenía muchas cosas que resolver.
Por ejemplo, ¿dónde viviríamos? Este era un lugar seguro, pero era de un muy viejo amigo.
Esta era su base. Él cuidó de mi familia, junto a Máx, Jack y Jhon, mientras estuvieron solos.
Luego de ducharme y pensar, bajé a desayunar. Los niños ya desayunaban mirando vídeos, como de costumbre.
Al verme, Abby corrió hacia mí, como siempre. Ella me besó apasionadamente; esto hizo que las viejas se quejaran. Aún seguían sin acostumbrarse a vernos como esposos.
Abby, Aixa y Jessica reían al oírlas quejarse. A mí me daba lo mismo; que ellas se quejaran ya no les prestaba atención.
De pronto, el suspiro de Luna se oyó al ver a Jessica besarme apasionadamente. Ella había esperado verme junto a su hija hace mucho tiempo.
Yo sonreí y dije: "Vieja, ya dame de comer y no te distraigas con tonterías, me muero de hambre".
Todos reían al oírme quejarme, hambriento y molesto con Luna.
Luego saludé a todos y fui junto a mi amada, al verla molesta por lo que pasó en la noche. Jalé sus cabellos hacia atrás y la besé.
Luego dije: "No estés molesta conmigo. ¿Cómo podía saber que querías un bebé?"
Aixa sonrió de forma irónica y respondió: "Eres un tonto, podías decirme que no antes de dejarme esforzarme tanto".
Todos rieron al oírla. Yo volví a besarla y dije: "Amor, hay muchos niños aún; disfrutemos de ellos.
El tiempo pasa rápido y crecerán sin que te des cuenta. Esperemos un tiempo más para tener otro bebé".
Aixa sonrió de forma irónica y respondió: "Eres un tonto, podías decirme que no antes de dejarme esforzarme tanto".
Todos rieron al oírla. Yo volví a besarla y dije: "Amor, hay muchos niños aún, disfrutemos de ellos.
El tiempo pasa rápido y crecerán sin que te des cuenta. Esperemos un tiempo más para tener otro bebé".
Aixa resopló y asintió con la cabeza. Ella estaba molesta, así que prácticamente me ignoró.
Yo no volví a molestarla. Ya saben lo locas que son las mujeres. Si las molestas cuando están enojadas, puedes perder hasta la vida.
Mientras desayunaba, miré a todos y dije: "Nos quedaremos solo unos meses más aquí. Luego nos mudaremos a Aruba. Tengo una mansión en las costas del lugar. Nadie sabe de ella. Será más cómodo para todos y podremos vivir normalmente".
Al oírme, todos se pusieron felices. La isla era hermosa, pero no había más que playa y bosques aquí.
Estábamos bastante separados de los lugares turísticos. No queríamos ser vistos por las personas aún.
Aixa sonrió al escucharme; ella estaba feliz de volver a la civilización.
Así que dijo: "Cariño, al fin podremos volver. Todos estamos muy aburridos. Ya deseo salir a trabajar. ¿Crees que podremos hacerlo?".
Yo asentí y respondí: "Sólo aguanta un mes más; luego podrás volver a trabajar y yo a ir a los antros. ¡Ahh... los antros!".
"Jajaja..." "Jajaja...". Las risas resonaron en la sala, mientras Aixa, Abby, Jessica y las chicas me asesinaban con la mirada.
Máx y Jack suspiraban al oírme hablar. Ellos estuvieron encerrados mucho tiempo y salir del lugar era un sueño para ellos.
Es por eso que Jade y Alice querían matarme tanto como las chicas.
Jeremías y Harris tenían una sonrisa imposible de cubrir en el rostro.
Sin embargo, la ilusión y la sonrisa de todos los hombres fueron apagadas por la pequeña Aurelia.
Al oírme, ella dijo seriamente: "Papá, no puedo entrar contigo a los antros. Aún soy pequeña; tú no volverás a dejarme sola. Si sales de la casa, iré contigo donde sea".
Mi mandíbula cayó de inmediato después de oírla, pero eso no fue todo.
Wendy también habló y dijo: "Papí, no seas pervertido, ¿por qué quieres ver mujeres desnudas?
- Esos lugares son para pervertidos que abusan de la dignidad de las mujeres. No permitiré que vayas a esos lugares".
Después de oírla, casi muero. Yo necesitaba salir a beber y mirar a muchas mujeres desnudas para acabar con mi estrés, pero estas niñas querían acabar definitivamente con mi vida.
Yo resoplé después de oírlas y respondí: "Wendy, es un trabajo digno. Las mujeres que bailan en esos lugares lo hacen por dinero, nadie las obliga. Solo es un bar con chicas bailando con poca ropa.
- Tú, Aurelia, ya déjame en paz. No puedes estar todo el día conmigo, eso sería muy estresante".