La música navideña invade el centro comercial y me pierdo un rato mirando con detención las figuritas en el gran árbol de navidad que está en el centro del mall, llegando casi hasta el tercer piso. La totalidad de las tiendas están adornadas con motivos navideños y un sinfín de descuentos que, por cierto, son demasiado llamativos.
Me habían dado la tarde libre, después de haber estado más de un mes con un caso bastante estresante y cuando el señor Preston me llamó para informarme que había ganado el caso, me volvieron los colores al cuerpo, ya que habíamos pasado esta última semana trabajando día y noche, recabando información que fuera útil para presentar en el caso y ahora, después del triunfo, sentía que todo había valido la pena.
Miro en cada tienda, buscando los regalos perfectos pa
