Magnus sabía qué hacer llegar una suma considerable de dinero a la fundación sin que se revelara la identidad de Patrick sería un desafío, en especial porque las donaciones debían ser declaradas con transparencia. No obstante, su astucia y experiencia en situaciones delicadas le permitieron idear un plan que garantizaría tanto la legalidad de la transacción como el anonimato del donante. Primero, se puso en contacto con una empresa de consultoría financiera con la que habían trabajado en el pasado, una firma conocida por manejar transacciones delicadas y por su discreción absoluta. Magnus les explicó que necesitaba hacer una donación significativa a una fundación, pero que el origen de los fondos debía mantenerse en completo anonimato. La firma, acostumbrada a lidiar con situaciones de al