Amanda sacó una botella de vino y la colocó en la mesa de la sala. Louisa la miró con malos ojos, pero no se rehusó a beber con su mejor amiga, Carlos y Piero se unieron a la causa. Louisa tenía la mirada y perdida y se rehusaba a mirar a Piero.
—¿Otra vez se pelearon? —preguntó Amanda.
—No, solo le conté parte de la verdad —respondió Piero.
—¿Qué tú qué? —Amanda sorprendida por la respuesta repentina soltó su vaso.
—Lo siento, pero ella tiene que saberlo…
—¿Tú sabías de todo esto? —preguntó Louisa confundida.
—Lo siento, se lo prometí a tus padres.
—¿A mis padres? No entiendo como siendo mi mejor amiga, me ocultaste algo tan grave como esto, siempre creí que era de Babahoyo y resulta que Guayaquil siempre ha sido mi ciudad…
—Lo siento otra vez, no podía irme en contra de ellos, no
