Es ella

—¡Amanda! —gritó Louisa desde la sala de la casa—, el correo acaba de llegar. —En un momento bajo —respondió desde el cuarto en el segundo piso. —¿Y si son malas noticias? —No lo creo, nos fue bien en las dos entrevistas, incluso uno de sus representantes no nos quitaba la mirada de encima. —Amanda, no creo que nos haya visto de esa forma en la que estás pensando. —Siempre arruinándolo todo… —pone los ojos en blanco. —Una de las dos debe ser la responsable. Amanda baja las escaleras con una toalla en la cabeza. Se sienta alado de Louisa y ambas presionan el botón izquierdo del ratón sobre el correo electrónico recibido. Leen en silencio hasta el final. La última oración decía: “Felicidades, las esperamos dentro de 5 días”. Se miraron y no pudieron contener la alegría, se dieron un abrazo y corrieron a sus cuartos para empezar a empacar. —Espera un momento… —Amanda detiene del brazo a Louisa—, ¿has visto las fotos del señor Leonardo Espinoza?. —¿Él es nuestro gerente, verdad? —preguntó Louisa sin darle importancia. —Sí, trabajarás con él de cerca y no sabes cómo es su rostro —la mira desconcertada. —No me juzgues. No quiero saber nada que involucre una relación amorosa o… —No tonta, no lo digo por eso —se peina el cabello—, aunque debo admitirte que es muy guapo, es un adonis. —Temo preguntar cómo conseguiste sus fotos —revisa los mensajes en su celular—. Toda mi familia está feliz por nosotras. —Siempre cambiando de tema —vira los ojos—. La mía también lo está, quién diría que iríamos a la ciudad más grande de Ecuador, será muy emocionante —se coloca una diadema en la cabeza—. Amiga, deberías actualizarte, estar más pendiente de las r************* . —Sabes bien que no es lo mío, no quisiera perder mucho tiempo revisándolas. —Sin embargo, deberías considerarlo. —Dime por qué no me sorprendo. —Porque ya me conoces, además encontrar su foto no fue difícil, su foto encabeza la página web, junto al cofundador, quien por cierto no es muy agraciado y es más bajo que Leonardo. —Amanda si planeas que ocurra una especie de cuarteto, no te lo perdonaría… —Ya me conoces, pero no te preocupes, es una nueva oportunidad en la que conoceremos nuevos amigos. —Ya lo veremos —dijo Louisa al cerrar su maleta.