—¿Cómo quedó?—pregunté al salir de la habitación, pero ya Kellen se había comido todo el trozo del bizcocho.—¡Oye! ¡¿Acaso te lo comes sin masticarlo?! Por lo menos saboréalo. —Créeme, lo saboreé bastante bien y estaba delicioso, pero mientras más bueno está, más rápido me lo como. Es que te sale perfecto, Danais.—quité el plato de su mano y me senté sobre sus piernas. —Déjame probarlo.—tomé su rostro y le di un beso.—Sí, creo que está muy bueno. ¿A dónde dijiste que vamos esta noche? —Grethel.—dijo, observando mi reacción, era el nombre de su hermana.—Digamos que le hablé de ti y…quiero restregarle a la cara que eres real, que me conoces y estás a mi lado, quiero que vea a Danais Roberts, la mujer con la que he sido sincero. —¿No es muy…pronto para conocerla? —¿Tienes el manual de c