Tirada en el suelo, oprimida por la presencia de Grethel, estaba Danais. Aquel golpe en su cara no había sido nada con toda la vergüenza que sentía por lo que estaba pasando y sabiendo lo que iba a vivir Kellen al enterarse de aquel modo por su hermana. La mano de Grethel se levantó otra vez contra ella, pero no llegó a pegarle. Creía que el caos que se iba a armar al Kellen saber eso sería demasiado grande, imposible de controlar. ¿Qué hacer? «Kellen podría salirse de control ante un acontecimiento así, tan…repentino. Con lo estable que ha estado todos estos meses, ¿esta mujer está loca?» —¡Párate! p***a, desgraciada. ¡¿No sabes con quién juegas?! ¡¿Es que estás loca?! ¡¿Cómo diablos te atreves a hacerle eso a mi hermano?! ¡Te vas a casar! Y te aseguro que él no sabe nada. ¡¿Ares lo