«Danais Roberts, 13 años de edad. —Pa…pá.—se acercó despacio, por detrás, todo era un caos desde que su mujer lo abandonó y ella sabía que molestarlo no debía, pero aquello era muy importante para ella. ¿Se acordaría que ella aún vivía en esa casa? —¿Ya hiciste cena? —¡Sí! Está lista. —¡¿Y por qué no me la traes?!—no entendía porqué ella se acercaba si no era para traer la cena. —Aquí está.—dejó el plato en sus manos y ella corrió a cenar en la cocina. Mientras lo hacía, se dio cuenta que aquel pollo no estaba bien cocinado y se notaba bastante en la carne, ahora tenía miedo. Solo fueron unos segundos hasta que se escucharon los pasos de él ir a la cocina. El plato que antes le entregó, golpeó la mesa con fuerza, saltando aquel tenedor hacia la cara de la niña, dando en su oído.