– Mi señora, ¿por qué no sale un poco? Entiendo que no quiera encontrarse con el faraón, pero tarde o temprano lo verá de nuevo y no tendrá más remedio que hablar con él. Además… es su esposo y probablemente venga a verla nuevamente.
– Lo sé, lo que me cuesta asumir es que no deje salir para ningún lado. No entiendo qué quiere lograr teniéndome aquí encerrada.
– Tendría que entenderlo, él perdió la confianza que tenía en usted por enterarse de eso, ahora sólo queda en usted recuperarla.
– Entiendo lo que dices, pero ha llegado al extremo que si no salgo con él no puedo ir a ninguna parte, ni siquiera me confía soldados por lo menos para que me vigilen, si tanto miedo tiene de que me escape. Pero sobretodo, ni siquiera me deja ir a ver a mi madre, ya ves lo preocupada que estaba.
– Pero
