Cuando salimos al pueblo junto con mi criada, dos soldados nos acompañaban, que con recelo me vigilaban.
Recorrí algunos lugares antes de ir donde el hechicero y mientras estaba tranquilamente recorriendo algunas tiendas, no se si a propósito o sin querer un hombre me chocó.
Traté de ocultar bien mi rostro, para que no se vieran mis ojos, pero era demasiado tarde, lo vio todo.
Al ver eso, mis escoltas se acercaron apresuradamente preguntándome si estaba bien, yo les dije que sí y de inmediato me sacaron de allí.
Pero antes de que me alejará más de él, vi al hombre de soslayo, quién se había quedado parado en ese lugar, observando como me alejaba y yo continué mi camino hasta llegar a la tienda del hechicero, les dije a los soldados que me esperarán afuera junto con mi sierva e hicieron
