—Noah… ¿puedo dormir? Quiero descansar, siento que hoy ha sido un día largo y ni siquiera se ha terminado aún.
—Déjame ver tu mano primero, Karl. No entiendo por qué la escondes, no te vez bien, ¿ocurrió algo mas que no deseas contarme? —pregunta Noah quien a pesar de que tenía poco tiempo conociendo a su hermano, ya podía leer sus ojos y darse cuenta cuando estaba bien, y cuando no.
Karl lo que hace es soltar un suspiro de fastidio al mismo tiempo que se restregaba el rostro con su mano.
—Estoy bien, solo necesito dormir… mi mano está bien, mañana se curará no te preocupes.
—Déjame ver… —insiste Noah acercándose a Karl que se hace el sordo, diciendo:
—Oye, ¿y que ha sucedido con Brenda, la has visto? No pudiste verla desde que hablaste ayer con su padre.
—Karl, no me evadas ¡Por tod
