Al oír todo lo que había dicho su hermano Noah, Karl se negaba a creerlo, porque él le estaba diciendo en toda esa extensa explicación, que la reina Sarah y ellos estaban realmente relacionados por medio de un lazo de sangre. Era imposible para Karl pensarlo, porque de ser así, él en su ingenuidad todavía asumía que ella jamás lo hubiese incriminado. —Noah… ¿estás diciendo que… nosotros podemos ser familia de la reina Sarah? —pregunta Karl con temor en su tono de voz. Decirlo en voz alta era terrible. —Todo indica que sí, Karl —dice Noah con seriedad, y luego cuando se queda en silencio, sus labios se convierten en una fina línea, a simple vista parecía molesto a diferencia de Karl que tenía una mezcla de escepticismo y confusión. —No lo creo… —¿No lo crees, o te niegas a creerlo? —cu