De inmediato, Brenda se levanta de la cama colocándose de espaldas a Noah para que la ayudara a desatar los cordeles de la parte de atrás de su vestido, y así el rubio comienza a desatar esos listones y cuando el vestido cae al suelo Brenda comienza a quitarse su corsé, que estaba amarrado en la parte delantera. Mientras ella se quitaba el corsé, Noah con una sonrisa cómplice, colocó la madera en el medio de la puerta para asegurar la entrada de posibles impertinentes, y cerró la ventana que anteriormente solo la cubría la cortina. De esa manera, los dos quedaron en completa privacidad, al mismo tiempo que la pelirroja ya se había desatado su corsé, y lo único que quedaba era el armador y su camisón interior. Noah ayudó con las últimas prendas que vestían a la muchacha, y en el momento q