Maddox regresó a Riley a la habitación y cerró la puerta, dejándola a solas con las plebeyas que la alistarían para desayunar. La conversación que Maddox tendría con Ranger sobre algunas aptitudes de Riley, sería a solas, mientras ella era tratada como la reina del Gran Jefe. Las mujeres la dejaron sumergirse en la tina de especies y agua de rosas, mientras exfoliaban su piel y lavaban su cabello. Riley se sentía cómoda con ellas. Las mujeres aprendieron a hablar con ella, y todas se conocieron. Fue una buena amistad la que surgió entre ellas, llevándola a sentirse cómoda conversando de ciertos temas que no hablaría con Maddox, ni le preguntaría a otra sumisa como Sexta. —¿Quién de ustedes se cogió a Ranger? —indagó Riley moviendo el agua con sus manos—. Pueden ser honestas conmigo. Las