¿Una salida o un castigo? (1era. Parte)

1846 Words
El mismo día Sur de Italia, Sicilia Giovanni Cuando tienes una oportunidad de sacarte a un imbécil de encima, no vacilas, ni miras las ventajas de conocerlo, más bien debes ver la otra cara de la moneda; el idiota seguirá siendo una pesadilla, no te ayudará en nada, tampoco le debes lealtad, entonces si puedes cambiar el rumbo de tu vida lo haces sin remordimientos, no te hablo de asesinarlo, sino de dejarlo atrás, cada uno por su cuenta, lejos del otro y tendrás tu libertad ansiada. En mi caso, no soporto a mi sombra, mi guardaespaldas Denaro es irritante, malhumorado con un carácter de demonio enjaulado, arruina mi diversión, también no tenía intenciones de darle el poder para pisotearme, porque después de mis rabietas de niño malcriado ni loco dejaba que el gorila me cuide el trasero. Seguro iba a darme un buen escarmiento o se vengaría de la peor forma, entonces como soy un cobarde, un vago astuto elegí la otra opción: la llamada a esos sujetos, porque nada puede ser peor que soportar a ese animal. Sin embargo, tuve que ser egoísta, porque no podía ayudar a Piero y el gorila se encargó de llevarlo a un lugar seguro mientras aguardo a mi salvación en un hotelucho de quinta categoría. No miento, la habitación es una pocilga con cucarachas moviéndose por los rincones, no tiene ventanas, sino una rendija en el baño, una cama ruidosa de resortes, una mesa vieja tambaleándose, no tengo internet y el televisor es de la época de mi tatarabuela. ¡Antiguo! No como mi pantalla de 70 pulgadas de alta definición, lo peor es que no tengo mis juegos de PlayStation 5, ni mi iPhone de última generación, en su lugar poseo un cacharro de teléfono, parece de la época de los cavernícolas. Obvio, todo es culpa del viejo por descuidarse sabiendo el peligro que representa ser un mafioso. Cualquiera con dos dedos de frente conoce los riesgos de su ocupación y debe tener un plan de escape, no puede bajar la guardia, sino acaba en manos de la maldita DEA, como en su caso, incluso me parece absurdo que este tras los barrotes de una celda, pero me va a escuchar cuando me llame, no pienso pagar por sus errores. Mientras sigo peleando con la antena de esta porquería de televisor hasta que logro sintonizar un canal de noticias. –El comando de inteligencia logro asestar otro golpe al narcotráfico desarticulando una organización que operaba en el sur de Italia liderada por el mafioso Antoni Contti y sus secuaces– escucho al periodista mientras difunde la imagen de mi padre en el canal y abro los ojos de par en par por la sorpresa. ¡Imbécil! No tiene un gramo de sesos, ¿A quién se le ocurre dar a conocer el rostro de un criminal? ¿Cómo puede hablar de los operativos de la policía? ¿Acaso no piensa este idiota? –¡Bruto! Como todos los periodistas– reclamo en voz alta con malestar. –Se sabe de buena fuente que el individuo está negociando su condena, incluso nuestra investigación nos dio a conocer que tiene un hijo, Giovanni Contti, pero hasta el momento nadie a podido dar con su paradero– continua el idiota del periodista hablando y difundiendo la imagen de mi foto como si fuera un mafioso en su puto noticiero. –¡Animal! Te matare si te encuentro, te vas a arrepentir de exponerme de esa manera y todavía en horario estelar, ¿Quién carajos te crees? –bramo furibundo mientras agito el televisor, cuando la puerta de la habitación se abre de repente, para luego escuchar la voz de mi guardaespaldas en el ambiente. –Giovanni creí que resistirías más tiempo el encierro, pero si así estas con unas horas, en días enloquecerás. ¡Suelta el televisor! Lo romperás– espeta el animal de Denaro y le clavo mi mirada asesina. –Traje algo de comida, no son tus platos gourmet que te sirves siempre, pero es comestible– añade y deja una bolsa con una bandeja encima de la mesa. –¡No estoy desquiciado como piensas! Estoy furioso porque un periodista imbécil difundió mi foto en la televisión y lo más grave dijo que soy el hijo de Antoni Contti, ¡¿Sabes lo que significa?! Los rivales de mi padre conocen mi rostro y me buscaran debajo de cada piedra de la ciudad hasta dar con mi paradero– grito enardecido e histérico y miro su rostro imperturbable. –¿Es todo? ¿Dejaste de lloriquear como niño asustado? –reclama clavándome su mirada y tenso mi rostro. –No lloriqueo, digo la verdad– respondo amargado y resoplo lleno de frustración. Achico distancia y agarro la porquería de comida que trajo. Lo que parece ser un risotto de algún restaurante mediocre. –Come, no es veneno. Además, te tengo noticias de los amigos de tu padre. En la noche vendrán a conocerte y darte más detalles de su propuesta para cuidarte el trasero– informa con un tono de misterio y asoma mi desconfianza, frunzo el ceño. No me gusta su rostro, mejor dicho, nada, tanto hermetismo augura algo malo, ¿Por qué no me da más detalles de esos sujetos? ¿Será que traicionó al viejo? Quizás negoció con los matones del yate y ahora me entregará para llenarse los bolsillos de dinero, ¿Será posible? ¿O sí estoy enloqueciendo? En la madrugada Ya perdí la cuenta de las veces que recorrí estas cuatro paredes buscando armarme de paciencia, pero es imposible con tanto misterio, nunca serví para las sorpresas, ni me gustaba lo desconocido, más bien prefería conocer de antemano que esperar. Inclusive mi madre me vivía aconsejando en controlar mi ansiedad desde pequeño porque me desesperaba por abrir los regalos antes del día de navidad. Es un mal que sufro y ahora me juega en contra. Vuelvo a mirarme en el espejo del baño, abro el grifo y me lavo la cara para calmar mis ansias, cuando escucho un golpe en la puerta de la habitación, como un resorte agarro una toalla para secarme la cara y salgo a las corridas para presenciar como ingresa: una mujer hermosa de unos 33 años de edad, vestida con pantalones negros, blusa blanca de botones, rostro serio, cabello castaño, ojos marrones y piel blanca, pero no esta sola, la acompaña un sujeto corpulento, de barba y bigote, cabello n***o, alto, de unos 38 años de edad, viste con jeans y camisa deportiva, aunque lo que me inquieta es su mirada escudriñadora e invasiva. Camina unos pasos por la habitación contemplando el lugar con curiosidad y Denaro hace su voz presente. –El muchacho es el hijo de Antonie Contti, es a quien deben cuidar– informa mi guardaespaldas y el sujeto achica distancia clavándome su mirada invasiva. –¿Eres Giovanni? Pero debes parecerte a tu madre, porque de tu padre solo tienes el apellido– indica el sujeto y trago saliva. –Soy un Contti y es lo que debe importarte– respondo con firmeza sin intimidarme por su mirada invasiva. –¿Vas a ayudar a mi padre dándome un lugar para vivir de acuerdo a mi status? –pregunto muy formal y el sujeto se echa una carcajada en mi cara. –Me doy cuenta que tu guardaespaldas no te informo quienes somos. Me presentó soy el teniente Alessandro Ferrer de la división de protección a testigos y mi compañera es Ludovica Martini. Tu padre hizo un acuerdo con la DEA para rebajar su condena y eso incluye proteger tu trasero– se presenta, indica y me deja sorprendido. ¡Mierda! El viejo ha sido un soplón, cobarde y un desgraciado para traicionar a sus socios, pero al menos espero que haya sabido negociar con la puta policía los cargos por narcotráfico. –¡Ah…! Mi padre negoció por mi protección. ¡Bien! ¡Bien! –digo aun sorprendido. –En realidad no es correcta la información, más bien nos está obligando después de que intentaron asesinarlo está tarde en la comisaria. –¡¿Qué?! ¿Atacaron a mi padre? Pero se encuentra fuera de peligro, está a salvo, ¿Verdad? –cuestiono lleno de dudas e interviene la mujer. –Sí Giovanni, Antonie está en un área restringida bajo el cuidado de mis compañeros, pero tan pronto tenga el alta médica será trasladado a otro sitio– señala la oficial Ludovica Martini. –Me dejan más tranquilo con sus palabras. Ahora hablemos de mí, conociendo mis requerimientos mi padre debió negociar un lugar esplendido para mi estadía. Me imagino que me llevaran a un santuario en una isla tropical donde podré estar acompañado de mis amigas– hablo con confianza y el teniente me da una sonrisa burlona. –¿Quieres que te llevemos a un santuario y lleno de damas hermosas? ¿Correcto? –averigua Alessandro con una sonrisa retorcida en sus labios y sonrió complacido. –Sí, es lo que merezco, soy un Contti– respondo con convicción y su rostro lleno de malicia me inquieta. Busca los ojos de Denaro y de su compañera. –Tenías razón Denaro, el muchacho es tal como me lo describiste– habla Alessandro y rueda sus ojos hacia mí. –Giovanni ganaste, te daré lo que deseas. Entrarás al programa de protección a testigos y desde ahora debes seguir mis instrucciones sin reclamar, ¿De acuerdo? –dice dándome una palmada en el hombro y lo miro con desconfianza. Se aleja unos pasos en dirección a la puerta, y se detiene para cruzar palabras con su compañera. –Ludovica entrégale el bolso al muchacho y dale las indicaciones para trasladarlo. Te espero afuera– espeta Alessandro, luego abandona la habitación mientras mi desconfianza sigue creciendo. No soy ciego, estos policías hablan en código, pero les tocará ceder a los pedidos de mi padre, porque si no se quedan sin pruebas para su caso, así que deben complacerme y darme lo que quiero. –Giovanni necesitas afeitarte la barba, las piernas, también quitarte el reloj, dame tu ropa y cualquier cosa que pueda comprometerte. El celular también, no lo necesitaras a dónde vas y te pones este atuendo, te mostrare como colocarte la cofia– indica mientras va abriendo el bolso dejando todo sobre la cama y abro los ojos, espantado al ver una túnica de una monja. –¿Qué es esto? ¿Por qué me lo entregas? –pregunto con miles de dudas sosteniendo la prenda entre mis manos y me clava su mirada profunda. –¿No es obvio? Sí quieres salvar tu pellejo deberás esconderte donde no te encuentren, no podemos llevarte a otro sitio, porque tu rostro de galán salió en cadena nacional y está en todos los canales de televisión. Así que tú decides, ¿te vistes de monja o quedas a la merced de tus enemigos…? –señala con su voz amargada, cuestiona arrinconándome y escucho el estruendo de unos disparos sumergiéndome en una encrucijada.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD