II. Castigo.

1944 Words
Lunes por la mañana, las clases iban comunes y corrientes, pero a la hora de literatura, Park Ho notó la ausencia de Yu-Chul, por lo que suspiró y tratando de no pensar en ello continuar con su clase. Cuando el joven Yu-Chul llegó, el profesor lo vio de reojo, pero no le pasará, así que éste se fue junto a su combo de mala conducta a molestar a los de nuevo ingreso. Al finalizar la clase el profesor lo mandó a llamar con uno de sus compañeros y aunque éste no quiso ir, al final se decidió y se encaminó al aula, abrió la puerta al llegar, pasó y tomó asiento frente al escritorio de Park Ho, sin decir nada; el rubio se levantó de su lugar y caminó hasta la entrada, pasando seguro a la puerta para más privacidad, ya que ésta no tenía ningún tipo de ventanilla y las paredes tampoco, por lo que no corría el riesgo de que los vieran. - ¿Por qué has llegado tarde otra vez? –Preguntó Park Ho, estaba molesto.- - Digamos que la fiesta de anoche no me dejó dormir temprano. –Confesó el castaño, con una sonrisa.- Chasqueando su lengua, Park Ho frunció el ceño, ya no sabía qué hacer para corregir al chico de ese mal camino que había elegido. - Ah… para eso sí tienes tiempo. - el mayor se levantó, ceñudo.- te has ganado un castigo Jung Yuchul. Alzando una ceja, el menor lo vio, sin imaginar qué castigo podría ponerle. - ¿Ah, sí, cuál castigo? –Dijo en tono confuso.- - Como tu profesor, te pongo como castigo limpiar el salón, no quiero ver ni un granito de polvo ... Como tu novio tu castigo será ir a mi casa esta noche ¿ok? -se volvió a sentar señalando un lugar del salón.- comienza a limpiar, las cosas están por allá. Yu-Chi frunció el ceño y de mala gana tomó las cosas y se puso a limpiar, odiaba los castigos, de hecho esperaba más comprensión de parte de Park Ho. - ¿Y si me rehúso a ir esta noche a su casa? -dijo el menor, mientras limpiaba.- - te lo haré aquí. –Park Ho subió sus pies al escritorio.- El acento seguro y decidido del mayor hizo dudar a Yu-Chul sobre su incapacidad de hacer algo riesgoso en ese lugar. - No te atreverías. -dijo el castaño, sorprendido.- - Ponme a prueba y verás. -soltó una risita maliciosa.- Vio por un momento aquella ladina sonrisa en el rostro de Park Ho, para luego desviar su mirada y continuar en lo que estaba haciendo. - Pues no iré, sabes, tengo una fiesta esta noche así que no se podrá. - replicó el castaño.- Al escuchar esto, esa sonrisa se desvaneció con un sentimiento de enojo y decepción, mirándolo limpiar el salón. - Vives de fiesta en fiesta, Jung. -dijo el rubio, frunciendo el ceño.- Yu-Chul sonrió victorioso ante su enojo y agregó, "las fiestas son mi vida" . Al terminar de limpiar guardó todos los utensilios y se dispuso a salir, sin decir nada ni despedirse del mayor, pero justo antes de tocar la puerta, sintió Park Ho lo tomaba del brazo y tiraba del mismo para atraerlo a su cuerpo. - Tú no vas a ningún lado. - le dijo el mayor.- Ni siquiera supo cuando comenzó a besarlo salvajemente, devorando sus labios, pero el alumno trató de separarlo, tratando de hacerse el difícil, aunque no lo logró, sus besos eran tan exquisitos y apasionados que no tardó en dejarse llevar por él, soltando suaves suspiros con su cuerpo estremeciéndose de mil maneras, deseoso del placer que sólo su profesor podía darle; Park Ho lo llevó hasta su escritorio, recostándolo en el mismo, encerrándolo sus manos puestas en los bordes de este mientras continuaba el salvaje beso lleno de lujuria y deseo. - Yuchul, eres un niño malo. -le dijo el mayor entre el beso.- - Eso es lo que te gusta de mí. -siguió con el beso metiendo su lengua en la boca del mayor.- Aunque Park Ho no lo quería aceptar, le gustaba un poco ese lado de Yu-Chul. Comenzó desabrochar desesperadamente su pantalón y lo seguía besando mientras sus lenguas tenían una guerra, el menor se separó un poco de sus labios por falta de aire y desabotono su camisa mientras el Rubio terminó de sacarle el pantalón y le comenzó a besar el cuello, dejando rastros de saliva en él, Yu-Chul se estremeció ante su acto ocasionado que su erección creciera un poco más, el profesor bajó la mirada hacia la entrepierna de su amante y esbozó una ladina smile al ver ese bulto bastante notorio. - Parece que alguien ya despertó. -bajó hasta su erección y deslizó su bóxer por sus muslos, para dejar expuesto su duro miembro.- se ve rico. Con su mano comenzó a masturbarlo, el menor no pudo evitar gemir y lo miró mordiendo su labio inferior, el rubio metió el m*****o de su alumno en su boca y comenzó a mover su cabeza hacia adelante y atrás mientras que Yu-Chul intentaba ahogar sus gemidos mordiendo con fuerza su labio, llevando su mano a la cabeza del contrario para tirar un poco de su cabello; Park Ho siguió haciéndolo por un rato y luego se levantó a buscar un poco de vaselina que tenía en su escritorio, ya no aguantaba, su erección estaba doliendo, quería estar dentro de él. Al tener el lubricante en sus manos temblorosas le dio vuelta al menor bruscamente y lo puso con su torso sobre su escritorio y su parte trasera hacia él, se bajó los pantalones junto con el bóxer, con su dedo llenó la entrada del chico con la vaselina , Se inclinó y cubrió la boca del menor con su mano, ahogando sus agudos y sonoros gemidos mientras continuaba embistiéndolo con fuerza, ocasionando que éste intentara aferrarse al escritorio, con su boca abierta bajo las manos del mayor, gimiendo sin poder contenerse. Cuando se cansó de esa posición, le dio vuelta al menor, dejándolo ahora boca arriba, con sus piernas rodeando las caderas de su amante y volvió a embestirlo pero con más fuerza mientras este soltaba gemidos ahogados por morderse fuerte el labio inferior, esa imagen de Yu-Chul conteniendo aquellos ruidos que se escapaban de su boca le parecía cada vez más excitante, el mayor llevó su mano al m*****o ajeno y comenzó a masturbarlo mientras lo embestía y llenaba su piel de besos húmedos, mordiscos y pequeños chupetones. Era tanto el placer que sentían que sin darse cuenta de que el menor se corrió en la mano de Park Ho y éste lo que hizo fue lamer sus fluidos. - estás rico, Yuchul. Dijo con sonrisa traviesa, se volvió a inclinar, para besarlo mientras aumentaba la fuerza de sus embestidas y sintió su cuerpo tensarse, lo que le decía que ya se iba a correr, así que sacó su m*****o de golpe y se separó de él, tomándolo de la nuca para hacer que se incorporara y bajara del escritorio, hincándose frente a él con su boca abierta, recibiendo en ella el semen del mayor, que gemía de manera ronca. Luego de tragar toda su esencia, Yu-Chul dirigió una mirada al rubio. - Debería portarme mal más seguido ¿no crees? –Yu-Chul sonrió con picardía.- - Jung, en serio, tienes que mejorar tu comportamiento. -dijo el mayor, con respiración agitada mientras acariciaba su mejilla.- podría pasarte algo malo, por favor, no vayas a esa fiesta hoy. Vendrán más pero aunque sea a ésta no vayas. Arreglaron sus ropas y dieron un último beso en sus labios antes de quitarle el seguro a la puerta; Park Ho volvió a su escritorio y Yu-Chul se quedó pensando en lo que le había dicho. Aunque le gustaba salir de fiesta, ver esa expresión de enojo y decepción en el rostro de su amado en el fondo le dolía, así que prometió que estaba bien, que no saldría esa noche y se fue del salón, volviendo con su grupo de amigos , el profesor se quedó a ordenar sus cosas que pensaba permanecer esparcidas por el piso con aquel brutal acto s****l, suspiró dejando todo como antes estaba y apoyando sus codos sobre el escritorio dejó su frente sobre la palma de sus manos, cerrando sus ojos mientrasba en ese futuro borroso con el chico que hacía latir su corazón a mil por hora. La directora pasaba por algunos salones, inspeccionando las clases hasta llegar a uno vacío donde se encontraban ese rubio profesor, el más joven de todos, aún sentado detrás de su escritorio, parecía estar meditando, así que con curiosidad se acercó a él. - ¿por qué no se ha ido aún, profesor Dong? Al escuchar la voz de su superior, el menor alzó la mirada, intentando buscar alguna excusa convincente. - Estaba arreglando algunas cosas y me sentí un poco mal. –Dijo el menor.- - Si es así entonces debe irse lo antes posible. –Dijo en tono amable.- vaya a descansar. Park Ho asintió y esbozando una leve sonrisa se levantó, tomando su bolso para salir del salón, soltó un suspiro alejándose de ella y cuando iba llegando a la salida vio a Yu-Chul acompañado de Sun Tae y Young Baek, negó con su cabeza, impaciente por el día en que se alejara de ellos y le pasó por un lado, rozando con discreción en el brazo, pero lo suficiente para hacer que él volteara a verlo; fue hasta el lugar donde siempre lo esperaba, en su auto, oculto de la vista del curioso alumnado y el menor entendiendo su intención inventó alguna excusa para ir con él, subiendo al auto después de confirmar de que nadie los estaba viendo. - ¿A dónde quieres, ir Parkho? -se colocó el cinturón de seguridad.- - Iremos a mi casa. - el mayor le sonrió y acarició su mano.- quiero que comas conmigo. Yu-Chul estuvo de acuerdo y se fueron, hablando de cosas triviales en el camino. Al llegar a casa de Park Ho, éste se puso a cocinar mientras que el menor observaba todo, era la segunda vez que entraba a esa casa y quería detallarla. Park Ho terminó de cocinar, sirvió ambos platos para sentarse a comer. - ¿tus padres no han sospechado cuando no llegas temprano a casa? –Preguntó Park Ho.- - No, están acostumbrados. No quiso decir nada más sobre el tema, pensar en que los descubrieran y todo se viniera abajo le atormentaba de una manera que solo quería pensar que algún día ya no tendrían miedo amarse libremente, pero de vez en cuando no soportaba tanta preocupación y terminaba por sentirse ansioso y desesperado porque el tiempo pasara y ya dejar de ocultar su relación. Soltando un suspiro dejó los cubiertos sobre la mesa y miró su comida casi intacta. - ¿qué pasa? –Preguntó Yu-Chul.- ¿te sientes mal? El mayor negó con su cabeza, intentando convencerse a sí mismo de que todo iría bien si seguían siendo discretos. - ¿Ha pensado en nuestro futuro? –Preguntó Park Ho.- ¿cómo será nuestra relación en cinco años más? Algo sorprendido ante sus preguntas el menor se quedó pensando, pero por más que lo intentaba, no lograba formular una respuesta concreta, por supuesto que había pensado en su futuro, pero aun así se sintió incapaz de responder. - No pensemos en eso. –Dijo Yu-Chul.- es mejor disfrutar del momento y dejar que las cosas pasen. - ¿Que solo… pasen? –Susurró el mayor.- ¿es eso posible? - Lo es si lo intentas. –Dijo el castaño.- mírame, todo estará bien, lo estará porque no amamos. Con todas sus fuerzas el mayor intentó conformarse con eso y dejar de mortificarse pensando en lo que podría salir mal; después de la cena, al ver que se hacía tarde, Yu-Chul dejó un beso en los gruesos labios de su amado profesor y regalándole una sonrisa se despidió y se fue de allí. 
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