I. Bosque.

1921 Words
El profesor Dong Park Ho se encontró en su salón, sentado en su escritorio a la hora del almuerzo, revisando algunos exámenes mientras pasaba su mano por sus lacios cabellos rubios, soltando un suspiro de cansancio cuando llegó el mayor de sus alumnos llegó. - Disculpe, profesor. -el menor se sentó frente a él.- necesito hablar con usted. Alzando su cabeza, el rubio puso su mirada sobre la de aquel chico de castaños cabellos que cubrían su frente.  - Sí, dígame, joven. -Parque Ho se acomodó para mirarlo.- - No, no aquí, en privado. –El castaño se sonrojó al decir esto.- es algo muy importante. El profesor se sorprendió, pero imaginando lo que quería decir, asintió. - ¿está bien después de clase? -Le preguntó el mayor con un leve sonrojo adornando sus mejillas.- - Sí, pero en un lugar donde no haya nadie que interrumpa. –Yu-Chul se levantó del asiento y salió del salón antes de que el profesor pudiera contestar.- Park Ho se quedó pensando dónde hablaría con su alumno, esperando con todas sus fuerzas que sus pensamientos fuesen correctos, ya que, aunque luchara mil veces contra eso, no podía evitar sentir que su corazón se aceleraba y sus mejillas ardían en rubor cada vez que veía a aquel chico sonreír, simplemente no pudo evitar enamorarse de él, aunque sabía muy bien que no podía hacer nada al respecto, ya que tendría muchos problemas si alguien descubría su pasión secreta por el chico malo de la clase. Al finalizar el día de clases, el joven Yu-Chul esperaba a su profesor en una cafetería que quedaba frente a la Universidad, el mayor fue por su auto y aun reconsiderando las cosas, pasó por el lugar y esperó a que él subiera al auto , estaban en silencio casi todo el camino, con la incomodidad reinando dentro del vehículo, sin saber qué decirse el uno al otro. Llegaron a un lugar alejado de la ciudad donde había un lago, pastos verdes, árboles y muchas flores, era tranquilo y sólo él iba a ese sitio cuando quería descansar y desconectarse del mundo, caminaron hasta llegar a cierto punto donde se perdían de la vista de la sociedad y se sentaron juntos a la sombra de un viejo árbol. - dígame ahora de qué quería hablar. –Parque Ho se recostó del árbol.- - No soy bueno para esto así que lo diré de una vez. –Yu-Chul se puso frente a él con el rostro ruborizado.- me he enamorado de usted, profesor. El mayor se quedó paralizado ante sus palabras, no sabía que decir, aunque ya se lo imaginaba no esperó que era tan directo ¿por qué se lo dijo de esa manera? sólo lo miró con confusión. - ¿acaso no va a decir nada? -El menor se sentó a su lado.- Soltando un suspiro, Park Ho mantuvo su expresión serena, aunque quería lanzarse sobre él y llenarlo de besos diciéndole que sintió lo mismo, no podía, su moral intacta se lo obstaculizaba. - ¿De dónde ha sacado usted una locura como esa? –Dijo en un intento de ser frío.- - No es una locura, es lo que siento - Yu-Chul lo miraba fijamente.- - ¿y qué esperas sacar de todo esto? –Preguntó Park Ho, comenzando a ponerse nervioso por la manera en que el contrario lo veía- - Nada, yo ... No debí haber dicho eso. -.el menor se levantó.- lo siento, profesor. El rubio no dijo nada, sólo lo volvió a sentar de un tirón, se quedaron viendo las caras por un rato, entonces el mayor puso su mano en la mejilla de Yu-Chul en un impulso guiado por sus más profundos sentimientos, mientras acercaba su cara a la de su menor, este no hizo más que quedarse paralizado ante la escena, cuando estaban tan cerca que podían sentir la respiración del contrario juntaron sus labios en un beso, un tierno beso que no olvidarían jamás, el castaño trató de separarse de los labios de su profesor, pero no pudo. Se besaron hasta que se quedaron sin aire y tuvieron que separar sus labios. Ese día Yu-Chul se árbol se convirtió en el amante de su profesor, pasaron toda la tarde juntos bajo la sombra de aquel, llenándose de besos y caricias, olvidándose del resto de mundo, de la diferencia de edades, del hecho de que eran profesor y alumno y solo se dedicaron a darse el cariño que desde el primer día deseaban del otro. - Tenemos que guardar esto en secreto. –Dijo el menor.- no quiero que tengas problemas por mi culpa. - Lo sé, Yuchul. - el mayor besó su frente.- es lo mejor. Al atardecer subieron al auto y se fueron a la casa del rubio, donde cenaron y compartieron por un rato más el amor que sentían mutuamente, hasta que el menor tuvo que irse. Park Ho no podía creer lo que estaba pasando ¿cómo es que se dejó llevar a cabo y comenzó una relación con un alumno? No podía, pero no le importaba, sus ojos castaños y esa sonrisa de conejo le encantaban, perdió el control de sí mismo y simplemente terminó besándolo, pero no podía arrepentirse de algo que había disfrutado, desde siempre deseó probar los labios de ese chico rebelde . El hermano mayor de Park Ho llegó a visitarlo, como este confiaba en él decidió contárselo todo, desde el momento en que llegó a esa universidad como profesor, a pesar de que no querían contratarlo por su corta edad, desconfiaban de su título universitario, pero la realidad era que se había graduado muy joven incluso de la preparatoria. El mayor estuvo de acuerdo con la relación, estaba feliz de que Park Ho haya encontrado a alguien que lo haría feliz y lo colmaría de amor, pero le pidió que se cuidara mucho, porque Yu-Chul aún era menor de edad y lo podía demandar , terminaría en la cárcel si su adinerado padre se enteraba. Al pasar el tiempo ellos eran más unidos, dos de cada cinco días después de clases se iban al bosque y se amaban, pues allí no había nada ni nadie que se lo impidiera. Retozaban en todo el lugar, su primera vez fue en el lago, aunque a decir verdad no fue muy cómodo, sin embargo, les gustó, luego lo hacían en la sombra de los árboles, o dónde fuera, no les importaban, allí podría amarse y no lo desaprovecharían libremente, tenían sexo donde podían, las veces que querían.  Park Ho era amigo de la profesora Kim Ji Yung, cosa que a su menor no le gustaba porque todos decían que la profesora tenía una relación con él y opinaban que hacían bonita pareja, aunque Ji Young era mayor que él; cada vez que los veía hablando, Yu-Chul pasaba días ignorando por completo su existencia, incluso dejaba de asistir a su clase, aunque esa fuera la única a la que le gustaba asistir. Pero el menor tenía una amiga que lo besaba y acariciaba delante del profesor, lo hacía por venganza y malicia, quería demostrarle que él también podía tener “amigas” pero como éste no podía hacer nada, sólo lo veía y callaba, full de rabia y dolor cuando ella se le sentaba en las piernas al castaño, con su falda corta y esa sonrisa que irritaba al profesor, le reclamaba cuando estaban solos, pero Yu-Chul siempre conseguía la forma de contentarlo, La amistad de Yu-Chul con Lee Sun Tae, Nam Young Baek y Kang Soo Won no le gustaba a Park Ho, ellos no eran buenos para la vida de su novio, pero sí le decía algo sobre ellos a Yu-Chul se molestaba, vivía en la zozobra de ver a encontrado enamorado de un chico que era tan inmaduro como rebelde, en sus débiles intentos de corregirlo lo regañaba como lo haría un padre con su hijo, pero cuando recibía uno de sus dulces besos en sus labios todo se le olvidaba, era inevitable, estaba enamorado. Ya no sabía qué hacer para separar a su amado menor de ese trío de mala conducta, se la pasaban tomando alcohol incluso en la escuela, de fiesta casi todas las noches y tenía la sospecha de que usaban drogas también, lo que le llenaba de preocupación y temor, él no quería que su lindo chico de hermosa sonrisa de conejo siguiera sus pasos, - ¿Parkho, te gusta esa profesora? -El menor estaba acostado bajo el árbol con su cabeza en el regazo del rubio.- - Ya te lo he dicho diez mil veces Yuchul, no me gusta la profesora. -suspiro frustrado. - Entonces deja de hablarle. -el castaño sonrió con malicia. - Lo haré el día que dejes de andar de puto con Soowon y su pandilla. - Park Ho sonrió victorioso.- El menor bufó, hizo un puchero y cruzó los brazos, semejante a un niño pequeño cuando no le daban lo que quería; aunque él despertara en su profesor los celos cada vez que Soo Won iba a verlo y daba con su comportamiento la impresión de que eran más que amigos, no quería permitir que su amado rubio siquiera hablara con alguien que no fuera él, a pesar de saber que lo lastimaba cada vez que aceptaba un beso y una caricia de parte de aquella chica. Park Ho se inclinó y besó su puchero, acariciando suavemente su mejilla mientras pensaba únicamente en lo lindo que se veía haciendo esa expresión, no podía pensar en nada más que no fuera él. Al pasar el rato se encontraban en el lago haciendo el amor, llenándose de caricias eróticas y el placer de sus cuerpos amándose bajo el agua. - Ella no te hará sentir esto. –Susurró el mayor al oído de Yu-Chul.- Con algo de fuerza, el castaño se aferraba al cuerpo de su amante, soltando leves gemidos con su rostro oculto en el hombro del mismo, sus piernas se engancharon a las caderas del contrario y apretaba sus manos abrazándolo del cuello al sentir que movía sus caderas dando estocadas profundas, no podía contestar, estaba demasiado avergonzado incluso para mostrarle su rostro, sus expresiones de placer. - ¿se siente bien? –Dijo Ji Min.- - Sí… -fue lo único que alcanzó a decir, entre gemidos que cada vez eran más sonoros.- Yendo a la orilla, aún donde el agua mojaba la arena y lo dejó allí recostado, mirando ahora su rostro sonrojado, lo que le hizo sonreír, acarició con suavidad su mejilla antes de volver a mover sus caderas, dando bruscas embestidas profundas que hacían que Yu-Chul arqueara levemente su espalda, echando su cabeza hacia atrás mientras gemía intentando aferrarse a su amado. El chapoteo de sus pieles chocando en el agua que aún alcanzaba a cubrir la parte baja del menor y sus gemidos resonaban perfectamente en el lugar, Park Ho se inclinó un poco más y besó los labios del menor con intensidad y pasión, llevando una de sus manos al muslo del mismo para acariciarlo mientras lo embestía rápidamente golpeando ese punto dulce que lo hacía chillar de una manera gloriosa e incorporandose nuevamente separó más las piernas del contrario, tomando el m*****o del mismo en su mano –el cual tenía un tamaño considerable.- y mordiendo su labio inferior incrementó el placer que Yu-Chul sintió, comenzando a estimularlo sin dejar de moverse, lo que lo llevó a eyacular en la mano del mayor, para que después este sacara su m*****o y terminase corriéndose sobre el vientre ajeno.Sus respiraciones agitadas hacían que su pecho subiera y bajara, esbozano una sonrisa de satisfacción. - Te amo. –Susurró Park Ho.- Yuchul, te amo. - Y yo a ti. –Contestó el menor.- Cayendo sobre su pecho, intentó recuperar el aliento, sintiendo el agua poco profunda que los mojaba a ambos. 
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