-Eso es nena, así- Acomodé mi pose, dejé mis nalgas más a la vista y el diminuto hilo dental n***o apenas y cubría mis labios vaginales. Estaba en cuatro y sonreía a mi espalda tratando de verme lo más linda posible. Rocco me deslumbraba con el flash y pasaba varios segundos viendo blanco. Su voz era chillona y estaba casi segura de que el hecho de tener un fotógrafo gay -y muy profesional- para "que me sintiese más cómoda" era únicamente idea de Eder. Como si no me sintiese más cómoda con un hijo de puta que pudiera soltar la cámara y empezar a follarme encima de ese felpudo color rosa chillón. -Bien bebé, ahora fuera la ropa- Sus ojos marrones tenían más sombra que los míos y se me hacía un poco cómico que cada dos minutos acariciara su cabello rubio platinado. Tal vez si me sentía có