RYAN. Me encuentro caminando por mi habitación calmando mi bendita ansiedad de ir a donde Arya y arrastrarme como perro para que deje su enojo de lado. Cuando salió de casa, sentí algo extraño en mi pecho, como un pequeña presión, no la quería lejos de mí y eso es tan… raro en mí, llevo mis manos a mi cabello alborotándolo frustrado, joder, quiero estar cerca de ella, su olor, bueno, su perfume me gusta, me atrae y definitivamente esos labios que tiene son un intenso dolor de cabeza cada vez que no están sobre los míos en un beso apasionado. Entonces, ve por ella, imbécil. Redel, no es tan sencillo, debo disculparme y ni siquiera hice nada. Pudiste evitar esa dichosa discusión de la mujer con Luka, pero preferiste dejarlo así, ahora la mate de nuestro beta lo quiere lejos. Luka está