ARYA. Abro lentamente los ojos, me encuentro acostada en una enorme cama, las paredes son de un color blanco, tanto que me cuesta acostumbrarme, veo muebles de apariencia costosa, una televisión que abarca casi toda una de las paredes, miro a mis costados, no está nadie, ¿dónde estoy?, ¿dónde está mi abue? — Iré a verla. – escucho pasos detrás de la puerta y esta se abre. Ryan entra como siempre, vestido con ropa de color oscuro, detrás de él aparecen Álvaro y abue, esta al verme se acerca apresurada, me sonríe y toca mi mejilla. — Hasta que despiertas Arya. – se sienta a un lado de la cama. — Abue. – respondo con dificultad, me arde la garganta. – Quiero… agua. — Ya te lo traigo. – se apresura a servir un vaso con agua y me lo acerca. — Arya, nos diste un buen susto, ¿cómo te sient