—¿Por qué me siento así? Nunca me ha importado lo que digan los demás de mí, ni tampoco me ha interesado darle una buena impresión a nadie. Pero... sus palabras me dolieron.
“Tú solo eres una perdedora”.
Llegó a su salón, caminó con tranquilidad esquivando a sus compañeros, que se atravesaban en el recorrido y cuando por fin llegó hasta su asiento, rodó la silla haciendo el menor de los ruidos, y se sentó.
"Es verdad que nadie jamás nota mi presencia. Dudo mucho que mis inútiles compañeros sepan cómo me llamo, pero saben que soy “La Rata de Biblioteca”. Es verdad que no tengo amigos en el instituto, y en ningún lado, es verdad que siempre he estado sola. Pero... eso no es ser perdedora, ¿o sí?"
Pero a partir de ese momento Catherine se había dado cuenta de algo. Ella realmente era una
