"Espero que mamá esté en la casa y lo eche inmediatamente que lo vea. La otra noche, la discusión entre su mamá y la mía fue tan fuerte que prometieron jamás volver a verse", pensaba entre risitas maliciosas Elena a medida que el ascensor subía.
El rubio se quedó en la esquina, con las manos en los bolsillos, mirando confundido la actitud juguetona de su vecina.
Al momento en que abrió la puerta de su apartamento, todo comenzó a salir mal. Las luces estaban apagadas y claramente no había nadie.
Corrió hasta la mesa del comedor, donde su madre había dejado una nota.
"No puede ser...."
~Fuimos a la peluquería, saca el pollo del refrigerador y cocínalo para la cena~
Ahora era Vincent quien reía juguetonamente.
— Parece que seremos sólo tú y yo — dijo sonriendo.
— ¡Aléjate! — se volte
