Cuando me despierto estoy de vuelta en la celda. Rápidamente reviso mi cuerpo para ver si estoy vestida, y lo estoy. —Elizabeth, ¿estás despierta? —Nate pregunta, sonando exhausto. —Sí, Nate, ¿tú estás bien? —pregunto, caminando hacia él en la parte trasera de la celda. —¡Nate! —Grito cuando veo el estado en el que está. Está peor que antes. Su hombro tiene una herida abierta donde el lobo anterior estaba tratando de morderlo. Su cara tiene marcas de garras por todas partes. Su cuello tiene una herida por mordedura de vampiro, y parece estar sudando. Coloco mi mano en su frente para comprobar su temperatura y es alta. La plata de su cuerpo está tardando en salir, así que lo está enfermando. Las heridas que tiene no están ayudando a acelerar las cosas. Rápidamente rasgo un pedazo de mi