—Todo está listo. Puedes entrar, Luna—dice Liam, saliendo de las mazmorras. Acaba de terminar de encadenar a Nate para evitar que cometa una matanza. Todo el día, he estado rezando para que su lobo no pierda el control y mate a alguien durante la luna llena. “Gracias, Liam,” digo antes de entrar a las mazmorras. Al entrar, escucho a Nate luchando con las cadenas. Su lobo debe estar luchando contra él para cambiar. Me acerco y veo a Nate esforzándose por detener el cambio. Sus ojos siguen cambiando de su color original a dorado. Si puede evitar que su lobo fuerce la transición, ayudaría. —Nate —digo, acercándome a él, con la esperanza de calmarlo. Me gruñe y dejo de moverme. —Nate se ha ido. Soy Xavier—dice con una voz profunda. Miro los ojos de Nate y son dorados. Su lobo ha tomado el