Al día siguiente, al salir de mi habitación, encuentro a Nate parado frente a mi puerta. —Nate—digo, un poco sorprendida de verlo. —Ven conmigo—dice y baja las escaleras. Lo sigo a la sala de estar y no habla hasta que me siento. —Me he dado cuenta de que encontrar a tu mamá por ti misma es importante para ti. He decidido dejarte continuar con tu búsqueda con una condición —dice, y por primera vez desde que conocí a mi pareja, le sonrío. —¿Cuál es tu condición? —Debo ir contigo. —¿Quieres venir conmigo? ¿Por qué? —pregunto, sorprendida. —Es la única forma en que puedo garantizar tu seguridad y una vez que la hayamos encontrado, puedo asegurarme de que regreses conmigo. Esto es de lo que las chicas y yo estuvimos hablando ayer. Es tan posesivo conmigo, pero no muestra ninguna otra