Narra Faith:
Me quedo pasmada sin saber que responder, pero Teresa me hace aterrizar con un pellizco disimulado en la palma de la mano. Parpadeo un par de veces y sonrío con educación, aunque por dentro me estoy muriendo de la vergüenza. La última vez que vi a Raymond, le prometí que, al terminar el proyecto de la boda Warren, tendríamos una cita. ¿Cómo le explico que no eran mis planes terminar siendo la novia? Miro a Teresa, ruborizada y ella habla finalmente. Debe de haber una muy buena razón para que haya traído a la casa de mi suegro y a la cena familiar, al hombre que me estaba cortejando hace un mes. Aunque claro, en el torbellino de eventos que estaba enfrentado para esa fecha, olvidé comentarle ese pequeño detalle.
—Buenas noches, Faith. Lamento el retraso, pero mi auto se ha
