Gabriel había regresado a la mansión y se cruzó con Shakira, que también estaba llegando de la calle después de que la sacaron de la lectura del testamento. Por supuesto no estaba enterada de que la heredera universal de Hugo Mendizábal, era Elizabeth. —Gabriel, cariño, ¿Y por qué traes esa cara? Deberías estar contento, porque me imagino que ya recibiste tu herencia como tanto lo soñabas. —él sin mencionarle nada de lo que había pasado, le contestó de mala gana mientras se servía una copa. —Por favor Shakira déjame en paz, además, no entiendo qué haces aquí, deberías tener un poco de vergüenza y marcharte, no eres bienvenida a esta casa. Ella se acercó a él y le quitó la copa de licor y se la tomó de un sorbo mientras le decía al oído acariciando su cabello: —¿Recuerdas cuando me